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Salmo 78:40–72

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra Él en el desiertoa,

Y lo entristecieronb en las soledadesc!

41 Tentaron a Diosa una y otra vez,

Y afligieron al Santo de Israelb.

42 No se acordarona de Su poder1b,

Del día que los redimió del adversarioc,

43 Cuando hizo Sus señales en Egiptoa,

Y Sus prodigiosb en el campo de Zoán.

44 Convirtió en sangre sus ríosa

Y sus corrientes, y no pudieron beber.

45 Envió entre ellos enjambres de moscasa que los devoraban,

Y ranas que los destruíanb.

46 Entregó también sus cosechas al saltamontesa,

Y el fruto de su trabajo a la langostab.

47 Destruyó sus viñas con granizoa,

Y sus sicómoros con escarcha.

48 Entregó también al granizo sus ganadosa,

Y sus rebaños a los rayos.

49 Envió sobre ellos el ardor de Su iraa,

Furia, indignación y angustia,

Un ejército de ángeles destructores.

50 Preparó senda para Su ira;

No libró sus almas de la muerte,

Sino que entregó sus vidas a la plagaa,

51 E hirió a todos los primogénitos en Egiptoa,

Las primiciasb de su virilidad en las tiendas de Camc.

52 Pero a Su pueblo lo sacó como a ovejasa,

Como a rebaño los condujo en el desiertob;

53 Los guió con seguridada, de modo que no temieron,

Pero el mar se tragó a sus enemigosb.

54 Los trajo, pues, a Su tierra santaa,

A esta tierra montañosab que Su diestra había adquiridoc.

55 Y expulsó a las nacionesa de delante de ellos;

Las repartió con medida por herenciab,

E hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel.

56 Sin embargo, ellos pusieron a pruebaa y provocaron al Dios Altísimob,

Y no guardaron Sus testimonios,

57 Sino que se volvieron atrás y fueron desleales como sus padresa;

Se desviaron como arco engañosob.

58 Lo provocarona con sus lugares altosb,

Y despertaron Sus celosc con sus imágenes talladasd.

59 Al oírlo Dios, se indignóa,

Y aborreció a Israel en gran manerab.

60 Abandonó la morada en Siloa,

La tienda que había levantado entre los hombres,

61 Y entregó al cautiverio Su poderíoa,

Y Su gloria en manos del adversariob.

62 Entregó también Su pueblo a la espadaa,

Y se indignó contra Su heredad.

63 El fuego consumióa a sus jóvenes,

Y no tuvieron canciones de bodas sus vírgenesb.

64 Sus sacerdotes cayeron a espadaa,

Y sus viudas no pudieron llorarb.

65 Entonces despertó el Señor como de un sueñoa,

Como guerrerob vencido por el vino,

66 E hizo retroceder a Sus adversariosa,

Poniendo sobre ellos una afrenta perpetua.

67 Desechó también la tienda de Joséa,

Y no escogió a la tribu de Efraín,

68 Sino que escogió a la tribu de Judá,

Al monte Sión que Él amabaa.

69 Y edificó Su santuario como las alturasa,

Como la tierra que ha fundado para siempre.

70 Escogió también a David Su siervoa,

Lo tomó de entre los rediles de las ovejas;

71 Lo trajo de cuidar las ovejasa con sus corderitosb,

Para pastorearc a Jacob, Su pueblo,

Y a Israel, Su heredadd.

72 Y él los pastoreó según la integridad de su corazóna,

Y los guió con la destreza de sus manos.

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