Salmo 32:3–5
3 Mientras callé mi pecadoa, mi cuerpo se consumiób
Con mi gemir durante todo el díac.
4 Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mía;
Mi vitalidad se desvanecía con el calor del veranob.
(Selah)
5 Te manifesté mi pecadoa,
Y no encubrí mi iniquidadb.
Dije: «Confesaré mis transgresiones al Señorc»;
Y Tú perdonaste la culpa1 de mi pecadod.
(Selah)
Un servicio de Software Bíblico Logos