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Salmo 119:89–96

Lámed.

89 Para siempre, oh Señor,

Tu palabra está firme en los cielosa.

90 Tu fidelidad permanece por todas las generacionesa;

Tú estableciste la tierrab, y ella permanecec.

91 Por Tus ordenanzasa permanecen hasta hoy,

Pues todas las cosas te sirvenb.

92 Si Tu ley no hubiera sido mi deleitea,

Entonces habría perecido en mi aflicciónb.

93 Jamás me olvidaré de Tus preceptosa,

Porque por ellos me has vivificadob.

94 Tuyo soy, Señor, sálvamea,

Pues Tus preceptos he buscadob.

95 Los impíos me esperan para destruirmea;

Tus testimonios consideraré.

96 He visto un límite a toda perfección;

Tu mandamiento es sumamente amplio.

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