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Nehemías 2:4–11

4 Entonces el rey me dijo: «¿Qué es lo que pides?». Así que oré al Dios del cieloa,

5 y respondí al rey: «Si le place al rey, y si su siervo ha hallado gracia delante de usted, envíeme a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para que yo la reedifique».

6 Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: «¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?». Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijoa.

7 Y le dije al rey: «Si le agrada al rey, que se me den cartas para los gobernadores de las provincias más allá del Río1a, para que me dejen pasar hasta que llegue a Judá,

8 y una carta para Asaf, guarda del bosque del reya, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortalezab que está junto al templo1, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré». Y el rey me lo concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios estaba sobre míc.

9 Fui entonces a los gobernadores de más allá del Ríoa y les entregué las cartas del rey. El rey también había enviado conmigo oficiales del ejército y hombres de a caballob.

10 Cuando se enteraron Sanbalat el horonita y Tobías el oficial1 amonitaa, les disgustó mucho que alguien hubiera venido a procurar el bienestar de los israelitas.

11 Llegué a Jerusalén y después de estar allí tres díasa,

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