Cargando…

Mateo 24:36–51

36 »Pero de aquel día y hora nadie sabea, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.

37 »Porque como en los días de Noéa, así será la venida1 del Hijo del Hombreb.

38 »Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonioa, hasta el día en que Noé entró en el arcab,

39 y no comprendieron1 hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida2 del Hijo del Hombrea.

40 »Entonces estarán dos en el campo; uno será1 llevado y el otro será1 dejado.

41 »Dos mujeresa estarán moliendo en el molinob; una será1 llevada y la otra será1 dejada.

42 »Por tanto, velen1a, porque no saben en qué día viene su Señor.

43 »Pero entiendan esto1: si el dueño de la casaa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrónb, hubiera estado alerta y no hubiera permitido que entrara en2 su casa.

44 »Por eso, también ustedes estén preparadosa, porque a la hora que no piensan vendrá el Hijo del Hombreb.

Parábola del siervo fiel y del infiel

45 »¿aQuién es, pues, el siervo fielb y prudentec a quien su señor puso sobred los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?

46 »Dichoso1 aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así.

47 »De cierto les digo que lo pondrá sobre todos sus bienesa.

48 »Pero si aquel siervo es malo, y dice en su corazón: “Mi señor tardará1”;

49 y empieza a golpear a sus consiervos, y come y bebe con los que se emborrachan,

50 vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a una hora que no sabe,

51 y lo azotará severamente1 y le asignará un lugar2 con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientesa.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos