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Mateo 23:4–36

4 »Atan cargas pesadasa y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

5 »Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombresa; pues agrandan sus filacterias1b y alargan los adornos2 de sus mantosc.

6 »Aman el lugar de honor en los banquetesa y los primeros asientos en las sinagogas,

7 y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí1a.

8 »Pero ustedes no dejena que los llamen Rabíb; porque Uno es su Maestro y todos ustedes son hermanos.

9 »Y no llamen a nadie padre suyo en la tierra, porque Uno es su Padrea, el que está en los cielos.

10 »Ni dejen que los llamen preceptores1; porque Uno es su Preceptor, Cristo.

11 »Pero el mayor de ustedes será su servidora.

12 »Y cualquiera que se engrandece, será humillado, y cualquiera que se humille, será engrandecidoa.

Ocho ayes contra los escribas y fariseos

13 »Pero, ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritasa que cierran el reino de los cielosb delante de los hombres! Porque ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que están entrando.

14 »1¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, que devoran las casas de las viudasa, aun cuando por pretexto hacen largas oraciones! Por eso recibirán mayor condenación.

15 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, que recorren el mar y la tierra para hacer un prosélitoa, y cuando llega a serlo, lo hacen hijo del infierno1b dos veces más que ustedes!

16 »¡Ay de ustedes, guías ciegosa! Porque dicen: “No es nada si alguien jura por el templo1b; pero el que jura por el oro del templo1, contrae obligación”.

17 »¡Insensatos y ciegos! Porque ¿qué es más importante1a: el oro, o el templo2 que santificó el oro?

18 »También ustedes dicen:No es nada si alguien jura por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación”.

19 »¡Ciegos! Porque ¿qué es más importante1a: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

20 »Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él;

21 y el que jura por el templo1, jura por él y por Aquel que en él habitaa;

22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Diosa y por Aquel que está sentado en él.

23 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritasa que pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, y han descuidado los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Estas son las cosas que debían haber hecho, sin descuidar aquellas.

24 »¡Guías ciegosa, que cuelan el mosquito y se tragan el camello!

25 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, que limpian el exterior del vaso y del platoa, pero por dentro están llenos de1 robo y de desenfreno!

26 »¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del platoa, para que lo de afuera también quede limpio.

27 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritasa que son semejantes a sepulcros blanqueados! Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

28 »Así también ustedes, por fuera parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.

29 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritasa! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos,

30 y dicen: “Si nosotros hubiéramos vivido1 en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas”.

31 »Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos1 de los que asesinaron a los profetasa.

32 »¡Llenen, pues1, la medida de la culpa de sus padres!

33 »¡Serpientes! ¡Camada de víborasa! ¿Cómo escaparán del juicio1 del infierno2b?

34 »aPor tanto, miren, Yo les envío profetas, sabios y escribasb. A algunos de ellos, ustedes los matarán y crucificarán, y a otros los azotarán en sus sinagogasc y los perseguirán de ciudad en ciudadd,

35 para que recaiga1 sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abela hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequíasb, a quien ustedes asesinaron entre el templo2 y el altarc.

36 »En verdad les digo que todo esto vendrá sobre esta generacióna.

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