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Juan 8:12–51

Jesús, la Luz del mundo

12 Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo soy la Luz del mundoa; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luzb de la vida».

13 Entonces los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de Ti mismo; Tu testimonio no es verdadero1a»

14 Jesús les respondió: «Aunque Yo doy testimonioa de mismo, Mi testimonio es verdadero, porque Yo de dónde he venido y adónde voyb; pero ustedes no saben de dónde vengoc ni adónde voy.

15 »Ustedes juzgan según la carne1a; Yo no juzgo a nadieb.

16 »Pero si Yo juzgo, Mi juicio es verdadero; porque no soy Yo solo, sino Yo y el Padre que1 me envióa.

17 »Aun en la ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos hombres es verdaderoa.

18 »Yo soy el que doy testimonio de mismo, y el Padre que me envió da testimonio de a».

19 Entonces le decían: «¿Dónde está Tu Padre?». «Ustedes no me conocen a ni a Mi Padre», les respondió Jesús. «Si me conocieran, conocerían también a Mi Padrea».

20 Estas palabras las pronunció en el lugar del tesoroa, cuando enseñaba en el templob; y nadie lo prendió, porque todavía no había llegado Su horac.

Advertencias a los incrédulos

21 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «Yo me voy, y me buscarána, y ustedes morirán en su pecadob; adonde Yo voy, ustedes no pueden ir».

22 Por eso los judíosa decían: «¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: Adonde Yo voy, ustedes no pueden irb”?».

23 Y Jesús les decía: «Ustedes son de abajo, Yo soy de arribaa; ustedes son de este mundob, Yo no soy de este mundoc.

24 »Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo soy* a, morirán en sus pecadosb».

25 «¿Tú quién eres?», le preguntaron. Jesús les contestó: «¿Qué les he estado diciendo desde el principio1?

26 »Tengo mucho que decir y juzgar de ustedes, pero Aquel que me envió es veraza; y Yo, las cosas que de Él, estas digo al mundob».

27 Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.

28 Por eso Jesús les dijo: «Cuando ustedes levanten al Hijo del Hombrea, entonces sabrán que Yo soy* b y que no hago nada por Mi cuentac, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.

29 »Y Aquel que me envió está conmigo; no me ha dejado1 soloa, porque Yo siempre hago lo que le agradab».

30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Éla.

Los verdaderos hijos de Abraham

31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabraa, verdaderamente son Mis discípulosb;

32 y conocerán la verdada, y la verdad los hará libresb».

33 Ellos le contestaron: «Somos descendientes de Abrahama y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú: Serán libres”?».

34 Jesús les respondió: «En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecadoa;

35 y el esclavo no queda en la casa para siemprea; el hijo permanece para siempreb.

36 »Así que, si el Hijo los hace libresa, ustedes serán realmente libres.

37 » que ustedes son descendientes de Abrahama; y sin embargo, me quieren matarb porque Mi palabra no tiene aceptación en ustedes1.

38 »Yo hablo lo que he visto con Mi Padre1; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de su padrea».

39 Ellos le contestaron: «Abraham es nuestro padrea». Jesús les dijo*: «Si son hijos de Abrahamb, hagan las obras de Abraham.

40 »Pero ahora me quieren matara, a 1 que les he dicho la verdad que de Diosb. Esto no lo hizo Abraham.

41 »Ustedes hacen las obras de su padrea». Ellos le dijeron: «Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Diosb».

42 Jesús les dijo: «Si Dios fuera su Padre, me amaríana, porque Yo salí de Dios y vine de Elb, pues no he venido por Mi propia iniciativac, sino que Él1 me enviód.

43 »¿Por qué no entienden lo que digo1a? Porque no pueden oír Mi palabrab.

44 »Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padrea. Él fue un asesino desde el principiob, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira1, habla de su propia naturalezac, porque es mentirosod y el padre de la mentira2.

45 »Pero porque Yo digo la verdada, no me creen.

46 »¿Quién de ustedes me prueba que tengo pecado? Y si digo verdada, ¿por qué ustedes no me creen?

47 »El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no son de Diosa».

Jesús, anterior a Abraham

48 Los judíosa le contestaron: «¿No decimos con razón que Tú eres samaritanob y que tienes un demonioc?».

49 Jesús respondió: «Yo no tengo ningún demonioa, sino que honro a Mi Padre, y ustedes me deshonran a .

50 »Pero Yo no busco Mi gloriaa; hay Uno que la busca, y juzga.

51 »En verdad les digo que si alguien guarda Mi palabraa, no verá jamás la muerteb».

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