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Jeremías 34:8–10

8 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, después que el rey Sedequías había hecho un pacto con todo el puebloa que había en Jerusalén para proclamarles libertadb:

9 que cada uno debía poner en libertad a su siervo y a su sierva hebreosa, para que nadie retuviera a un judío, hermano suyo, en servidumbreb.

10 Y obedecieron todos los oficiales y todo el puebloa que habían entrado en el pacto, de que cada uno dejara en libertad a su siervo y cada uno a su sierva, de modo que nadie los mantuviera más en servidumbre; obedecieron y los pusieron en libertad.

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