Cargando…

Isaías 50:4–7

4 El Señor Dios1 me ha dado lengua de discípulo2a,

Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigadob.

Mañana tras mañanac me despierta,

Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos.

5 El Señor Dios me ha abierto el oídoa;

Y no fui desobedienteb,

Ni me volví atrás.

6 Ofrecí Mi espalda a los que me herían,

Y Mis mejillas a los que me arrancaban la barba;

No escondí Mi rostro de injurias y salivazosa.

7 El Señor Dios me ayudaa,

Por eso no soy humillado,

Por eso he puesto Mi rostro como pedernal,

Y sé que no seré avergonzadob.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos