Isaías 53:4–9
4 Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades1a,
Y cargó con nuestros dolores.
Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado,
Por herido de Diosb y afligido.
5 Pero Él fue herido1 por nuestras transgresionesa,
Molido por nuestras iniquidadesb.
El castigo, por nuestra paz2c, cayó sobre Él,
Y por Sus heridas3 hemos sido sanadosd.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
Nos apartamos cada cual por su camino;
Pero el Señor hizo que cayera sobre1 Él
La iniquidad de todos nosotros.
Pero no abrió Su bocaa.
Como cordero que es llevado al matadero,
Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda,
Él no abrió Su bocab.
8 Por opresión y juicio fue quitado;
Y en cuanto a Su generación, ¿quién tuvo en cuenta
Que Él fuera cortado de la tierra de los vivientes1
Por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida2a?
9 Se dispuso con los impíos Su sepultura,
Pero con el rico fue en Su muertea,
Aunque no había hecho violenciab,
Ni había engaño en Su bocac.