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Hechos de los Apóstoles 20:32–35

32 »Ahora los encomiendo a Dios1a y a la palabra de Su graciab, que es poderosa para edificarlosc y darles la herencia entre todos los santificadosd.

33 »Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciadoa.

34 »Ustedes saben que estas manosa me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigob.

35 “En todo les mostré que así, trabajando, deben ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.’ ”

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