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Génesis 41:1–38

41 Y aconteció que después de dos años1, Faraón tuvo un sueño. Soñó que estaba de pie junto al Nilo.

2 Y de pronto1, del Nilo subieron siete vacas de hermoso aspecto y gordas2, y pacían en el carrizala.

3 Entonces otras siete vacas de mal aspecto y flacas1 subieron del Nilo detrás de ellas, y se pararon junto a las otras vacas a la orilla del Nilo.

4 Y las vacas de mal aspecto y flacas1 devoraron las siete vacas de hermoso aspecto y gordas. Entonces Faraón se despertó.

5 Se quedó dormido y soñó por segunda vez. Vio que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña,

6 y que siete espigas, menudas y quemadas por el viento del este, brotaron después de aquellas.

7 Y las espigas menudas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. Entonces Faraón despertó, y resultó que era un sueño.

8 Y por la mañana su espíritu estaba turbadoa, y mandó llamar a todos los magos1b, y a todos sus sabios de Egiptoc. Faraón les contó sus sueños2, pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraónd.

9 Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón: «Quisiera hablar hoy de mis faltas1a.

10 »Cuando Faraón se enojó con sus siervos y me puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, a mí y al jefe de los panaderosa,

11 »él y yo tuvimos1 un sueñoa en una misma noche. Cada uno de nosotros soñó según la interpretación de su propio sueño.

12 »Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, un siervo del capitán de la guardiaa. Y se los contamos, y él nos interpretó los sueños. A cada uno interpretó su1 sueñob.

13 »Tal como nos lo había interpretado, así sucedió. A mí me restableció Faraón en mi puesto, pero al otro1 lo ahorcóa»

José interpreta el sueño de Faraón

14 Entonces Faraón mandó llamar a Joséa, y lo sacaron aprisa del calabozo1. Después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Faraónb.

15 Y Faraón dijo a José: «He tenido1 un sueño y no hay quien lo interpretea. Pero he oído decir de ti2, que oyes un sueño y lo puedes interpretar3b»

16 «No está en mía», respondió José a Faraón. «Dios dará a Faraón una respuesta favorable1b»

17 Entonces Faraón dijo a José: «En mi sueño yo estaba de pie a la orilla del Nilo.

18 »Y vi1 siete vacas gordas2 y de hermoso aspecto que salieron del Nilo. Pacían en el carrizal.

19 »Pero sucedió que otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas1, de tal fealdad2 como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto.

20 »Y las vacas flacas y feas1 se comieron las primeras siete vacas gordas.

21 »Pero cuando las habían devorado1, no se podía notar2 que las hubieran devorado1; pues3 su aspecto era tan feo4 como al principio. Entonces me desperté.

22 »En mi sueño también vi que siete espigas llenas y hermosas crecían en una sola caña;

23 y que siete espigas marchitas, menudas y quemadas por el viento del este, brotaron después de aquellas.

24 »Las espigas menudas devoraron a las siete espigas hermosas. Se lo conté a los magos1, pero no hubo quien me lo pudiera explicara»

25 Entonces José dijo a Faraón: «Los dos sueños de Faraón son1 uno. Dios ha anunciado a Faraón lo que Él va a hacera.

26 »Las siete vacas hermosas son siete años, y las siete espigas hermosas son siete años. Los dos sueños son1 uno.

27 »Y las siete vacas flacas y feas1 que subieron detrás de ellas son siete años, y las siete espigas quemadas por el viento del este serán siete años de hambrea.

28 »Esto es lo que he dicho a Faraón: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacera.

29 »Van a venir siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egiptoa;

30 y después de ellos vendrán1 siete años de hambrea. Será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto, y el hambre asolará2 la tierra.

31 »No se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá1, que será muy severa.

32 »En cuanto a la repetición del sueño a Faraón dos veces, quiere decir que el asunto está determinado por Diosa, y que Dios lo hará pronto.

33 »Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabioa, y póngalo sobre la tierra de Egipto.

34 »Decida Faraón nombrar inspectores sobre el país y exija un quinto de la producción de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia.

35 »Que los inspectores recojan todos los víveres de esos años buenos que vienen, y almacenen en las ciudadesa el grano para alimento bajo la autoridad1 de Faraón, y que lo protejan.

36 »Y que los víveres sean una reserva para el país durante los siete años de hambre que ocurrirán en la tierra de Egipto, a fin de que la gente del país no perezca por el hambre»

José gobernador de todo Egipto

37 La idea1 pareció bien a2 Faraón y a2 todos sus siervos.

38 Entonces Faraón dijo a sus siervos: «¿Podemos hallar un hombre como este, en quien esté el espíritu de Diosa

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