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Génesis 29–30

Encuentro de Jacob y Raquel

29 Entonces Jacob siguió su camino1, y fue a la tierra de los hijos del orientea.

2 Y miró, y vio1 un pozoa en el campo donde tres rebaños de ovejas estaban echados allí junto a él, porque de aquel pozo daban de beber a los rebaños, y la piedra sobre la boca del pozo era grande.

3 Cuando todos los rebaños se juntaban allí, entonces rodaban la piedra de la boca del pozo y daban de beber a las ovejas, y volvían a poner la piedra en su lugar sobre la boca del pozo.

4 Y Jacob dijo a los pastores: «Hermanos míos, ¿de dónde son?». «Somos de Harána», le contestaron.

5 Entonces les dijo: «¿Conocen a Labán, hijo de Nacora?». «Lo conocemos», le respondieron.

6 «¿Se encuentra bien?», les preguntó Jacob. «Está bien. Mira, su hija Raquel viene con las ovejasa», le contestaron.

7 Entonces Jacob dijo: «Aún es pleno día, no es tiempo de recoger el ganado. Den de beber a las ovejas, y vayan a apacentarlas»

8 Pero ellos dijeron: «No podemos, hasta que se junten todos los rebaños y quiten1 la piedra de la boca del pozo. Entonces daremos de beber a las ovejas»

9 Todavía estaba él hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre, pues ella era pastora.

10 Cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, Jacob subió y quitó1 la piedra de la boca del pozo, y dio de beber al rebaño de Labán, hermano de su madre.

11 Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloróa.

12 Jacob hizo saber a Raquel que él era pariente1 de su padre, y que era hijo de Rebecaa. Y ella corrió y se lo hizo saber a su padreb.

Labán engaña a Jacob

13 Cuando Labán oyó las noticias de Jacob, hijo de su hermana, corrió a su encuentroa, lo abrazó, lo besób y lo trajo a su casa. Entonces él contó a Labán todas estas cosas.

14 Y Labán le dijo: «Ciertamente tú eres hueso mío y carne míaa». Y Jacob se quedó con él todo un mes.

15 Y Labán dijo a Jacob: «¿Acaso porque eres mi pariente1 has de servirme de balde? Hazme saber cuál será tu salarioa»

16 Labán tenía dos hijas. El nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

17 Los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de bella figura y de hermoso parecera.

18 Jacob se había enamorado de Raquela, y dijo: «Te serviré siete años por Raquel, tu hija menorb»

19 Labán le respondió: «Mejor es dártela a ti que dársela a otro hombre. Quédate conmigo»

20 Jacob, pues, sirvió siete años por Raquel, y le parecieron unos pocos días, por el amor que le teníaa.

21 Entonces Jacob dijo a Labán: «Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha1 cumplido para unirme2 a ellaa»

22 Labán reunió a todos los hombres del lugar, e hizo un banquete.

23 Y al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y Jacob se llegó a ella.

24 Y Labán dio su sierva Zilpa a su hija Lea como sierva.

25 Cuando fue de mañana, sucedió que era Lea. Y Jacob dijo a Labán: «¿Qué es esto que me has hechoa? ¿No fue por Raquel que te serví1? ¿Por qué, pues, me has engañadob

26 Y Labán respondió: «No se acostumbra1 en nuestro lugar dar a la menor antes que a la mayor2.

27 »Cumple la semana nupcial de esta, y te daremos también la otra por el servicio que habrás de rendirme1 aún otros siete añosa»

28 Así lo hizo Jacob, y cumplió la semana de ella. Y él le dio a su hija Raquel por mujer.

29 Y Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel como sierva.

30 Jacob se llegó también a Raquel, y amó más a Raquel que a Leaa; y sirvió a Labán1 durante otros siete añosb.

Hijos de Jacob

31 Vio el Señor que Lea era aborrecida, y le concedió hijos1. Pero Raquel era estéril.

32 Y concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Rubén1, pues dijo: «Por cuanto el Señor ha visto2 mi afliccióna, sin duda ahora mi marido me amará».

33 Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: «Por cuanto el Señor ha oído que soy aborrecidaa, me ha dado también este hijo». Así que le puso por nombre Simeón1.

34 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: «Ahora esta vez mi marido se apegará a mí, porque le he dado tres hijos». Así que le puso por nombre Leví1a.

35 Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: «Esta vez alabaré al Señor». Así que le puso por nombre Judá1a. Y dejó de dar a luz.

Lea y Raquel

30 Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacoba, tuvo1 celos de su hermana, y dijo a Jacob: «Dame hijos,b o si no, me muero».

2 Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: «¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado1 el fruto de tu2 vientrea

3 Y ella dijo: «Aquí está mi sierva Bilhaa. Llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillasb, para que por medio de ella yo también tenga hijos1c»

4 Raquel le dio a su sierva Bilha por mujera, y Jacob se llegó a ella.

5 Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob.

6 Entonces Raquel dijo: «Dios me ha vindicado1a. Ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo». Por tanto le puso por nombre Dan2.

7 Concibió otra vez Bilha, sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.

8 Y Raquel dijo: «Con grandes luchas1 he luchado con mi hermana, y ciertamente he prevalecido». Y le puso por nombre Neftalí2.

9 Viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y la dio por mujer a Jacob.

10 Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob.

11 Entonces Lea dijo: «¡Cuán afortunada1!». Y le puso por nombre Gad2.

12 Después Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un segundo hijo a Jacob.

13 Y Lea dijo: «Dichosa de mí1, porque las mujeres me llamarán bienaventuradaa». Y le puso por nombre Aser2.

14 En los días de la cosecha de trigo, Rubén fue y halló mandrágorasa en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces Raquel dijo a Lea: «Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo»

15 Pero ella le respondió: «¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo?». «Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo», le dijo Raquel.

16 Cuando Jacob vino del campo por la tarde, Lea salió a su encuentro y le dijo: «Debes llegarte a mí, porque ciertamente te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo». Y él durmió con ella aquella noche.

17 Escuchó Dios a Lea, y ella concibió y dio a luz el quinto hijo a Jacob.

18 Entonces Lea dijo: «Dios me ha dado mi recompensa1 porque di mi sierva a mi marido». Y le puso por nombre Isacar2.

19 Concibió Lea otra vez y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

20 Y Lea dijo: «Dios me ha favorecido con una buena dote. Ahora mi marido vivirá conmigo1, porque le he dado seis hijos». Y le puso por nombre Zabulón2.

21 Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina.

22 Entonces Dios se acordó de Raquela. Y Dios la escuchó y le concedió hijos1b.

23 Ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: «Dios ha quitado mi afrentaa»

24 Y le puso por nombre José1, diciendo: «Que el Señor me añada otro hijoa».

Prosperidad de Jacob

25 Cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: «Despídemea para que me vaya a mi lugar y a mi tierra.

26 »Dame mis mujeres y mis hijos por los cuales te he servidoa, y déjame ir. Porque tú bien sabes el servicio que te he prestado1»

27 Pero Labán le respondió: «Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, quédate conmigo. Me he dado cuenta de que el Señor me ha bendecido por causa tuyaa».

28 Y añadió: «Fíjame tu salarioa, y te lo daré».

29 Pero Jacob le respondió: «Tú sabes cómo te he servidoa, y cómo le ha ido a1 tu ganado conmigo.

30 »Porque tenías poco antes de que yo viniera1, y ha aumentado2 hasta ser multitud. El Señor te ha bendecido en todo lo que he hecho3. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa?».

31 «¿Qué te daré?», preguntó Labán. «No me des nada», respondió Jacob. «Volveré a pastorear y a cuidar tu rebaño si tan solo haces esto por mí:

32 déjame pasar por entre todo tu rebaño hoy, apartando de él toda oveja moteada o manchada y todos los corderos negros, y las manchadas o moteadas de entre las cabras, y ese será mi salarioa.

33 »Mi honradez1 responderá por mí el día de mañana, cuando vengas a ver acerca de mi salario2. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y negro entre los corderos, si es hallado conmigo, se considerará robado»

34 Y Labán dijo: «Muy bien, sea1 conforme a tu palabra»

35 Aquel mismo día apartó Labán los machos cabríos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas, y todo lo que tenía algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y lo puso todo al cuidado1 de sus hijos.

36 Y puso una distancia de tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba el resto de los rebaños de Labán.

37 Entonces Jacob tomó1 varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo así lo blanco de2 las varas.

38 Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban1 cuando venían a beber.

39 Así se apareaban1 los rebaños junto a las varas, y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.

40 Jacob apartó los corderos, y puso los rebaños en dirección a1 lo rayado y a todo lo negro en el rebaño de Labán, y puso su propio rebaño aparte. No lo puso con el rebaño de Labán.

41 Además, cada vez que los más robustos del rebaño se apareaban1, Jacob ponía las varas a la vista del rebaño en los canales, para que se aparearan2 frente a las varas.

42 Pero cuando el rebaño era débil, no las ponía, de manera que las crías débiles vinieron a ser de Labán y las robustas de Jacob.

43 Así prosperó1 el hombre en gran manera, y tuvo grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnosa.

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