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Ezequiel 47:1–12

47 Después me hizo volver a la entrada del temploa; y vi que brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el orienteb, porque la fachada del templo daba hacia el oriente. Y las aguas descendían de debajo, del lado derecho del templo, al sur del altar.

2 Me sacó por la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por fuera hasta la puerta exterior, por la puerta que da al oriente. Y las aguas fluían del lado sur.

3 Cuando el hombre salió hacia el oriente con un cordel en la mano, midió 1,000 codos (525 metros), y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta los tobillos.

4 Midió otros 1,000 codos (525 metros), y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta las rodillas. De nuevo midió otros 1,000 codos y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta la cintura.

5 Y midió otros 1,000 codos (525 metros); y ya era un río que yo no pude vadear, porque las aguas habían crecido, aguas que tenían que pasarse a nado, un río que no se podía vadeara.

6 Entonces me preguntó: «¿Has visto, hijo de hombrea?». Me llevó y me hizo volver a la orilla del río.

7 Cuando volví, vi que en la orilla del río había muchísimos árboles a uno y otro ladoa.

8 Y me dijo: «Estas aguas salen hacia la región oriental y descienden al Arabáa; luego siguen hacia el mar y desembocan en el marb; entonces las aguas del mar quedan purificadas.

9 »Y sucederá que dondequiera que pase el río, todo ser viviente que en él se mueve, viviráa. Y habrá muchísimos peces, porque estas aguas van allá, y las otras son purificadas; así vivirá todo por donde pase el río.

10 »Junto a él se pararán los pescadoresa, y desde En Gadib hasta En Eglaim habrá un lugar para tender las redesc. Sus peces serán según sus especies, como los peces del Mar Grande1d, numerosísimose.

11 »Pero sus pantanos y marismas no serán purificados; serán dejados para salinasa.

12 »Junto al río, en su orilla, a uno y otro lado, crecerán toda clase de árboles que den fruto para comera. Sus hojas no se marchitarán, ni faltará su frutob. Cada mes darán fruto porque sus aguas fluyen del santuario; su fruto será para comer y sus hojas para sanarc».

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