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Ezequiel 24:15–24

Muerte de la mujer de Ezequiel

15 Y vino a mí la palabra del Señor:

16 «Hijo de hombre, voy a quitarte de golpe el encanto de tus ojosa; pero no te lamentarásb, ni llorarásc, ni correrán tus lágrimasd.

17 »Gime en silencio, no hagas duelo por los muertosa; átate el turbante, ponte el calzado en los pies y no te cubras los bigotes ni comas pan de duelob»

18 Hablé al pueblo por la mañana, y por la tarde murió mi mujer; y a la mañana siguiente hice como me fue mandado.

19 Y el pueblo me dijo: «¿No nos declararás lo que significan para nosotros estas cosas que estás haciendo?»

20 Entonces les respondí: «La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:

21 “Habla a la casa de Israel: ‘Así dice el Señor Dios: “Voy a profanar Mi santuario, que para ustedes es orgullo de su fuerza, encanto de sus ojosa y deleite de su alma. Sus hijos y sus hijas que ustedes han dejado detrás, caerán a espadab.

22 ”Harán como Yo he hecho; no cubrirán sus bigotes ni comerán pan de duelo.

23 ”Sus turbantes estarán sobre sus cabezas y su calzado en sus pies. No se lamentarán ni llorarána, sino que se pudrirán en sus iniquidades y gemirán unos con otrosb.

24 ”Ezequiel, pues, les servirá de señal; según todo lo que él ha hecho, ustedes harán; cuando esto suceda, sabrán que Yo soy el Señor Diosa” ’.

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