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Deuteronomio 27–28

La inscripción de la ley en Ebal

27 Moisés y los ancianos de Israel dieron1 orden al pueblo y dijeron: «Guarden todos los mandamientos que yo les ordeno hoy.

2 »aEl día que pasen el Jordán a la tierra que el Señor tu Dios te da, levantarás para ti piedras grandes, y las blanquearás con cal,

3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado, para entrar en la tierra que el Señor tu Dios te da, una tierra que mana leche y miela, tal como el Señor, el Dios de tus padres te prometió1.

4 »Así que cuando pases el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebala, como1 yo te ordeno hoy, y las blanquearás con cal.

5 »Además, edificarás allí un altar al Señor tu Dios, un altar de piedras; pero no alzarás sobre ellas herramientas de hierroa.

6 »Construirás el altar del Señor tu Dios de piedras enteras; y sobre él ofrecerás holocaustos al Señor tu Dios;

7 y sacrificarás ofrendas de paz y comerás allí, y te alegrarás delante del Señor tu Diosa.

8 »Escribirás claramente en las piedras* todas las palabras de esta ley».

9 Entonces Moisés y los sacerdotes levitas dijeron a todo Israel: «Guarda silencio y escucha, oh Israel. Hoy te has convertido en pueblo del Señor tu Dios.

10 »Por tanto, obedecerás al1 Señor tu Dios, y cumplirás Sus mandamientos y Sus estatutos que hoy te ordeno».

Las maldiciones

11 También aquel día Moisés ordenó al pueblo:

12 «Cuando pases el Jordán, estas tribus estarán sobre el monte Gerizima para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.

13 »Y para la maldición, estas tribus estarán en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

14 »Entonces los levitas responderán y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel:

15 “Maldito el hombre que haga ídolo1 o imagen de fundicióna, abominación al Señor, obra de las manos del artífice, y la erige en secreto”. Y todo el pueblo responderá, y dirá: “Aménb”.

16 “Maldito el que desprecie a su padre o a su madrea”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

17 “Maldito el que cambie1 el lindero de su vecinoa”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

18 “Maldito el que haga errar al ciego en el caminoa”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

19 “Maldito el que pervierta el derecho del extranjero, del huérfano y de la viudaa”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

20 “Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque ha descubierto lo que es1 de su padrea”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

21 “Maldito el que se eche con cualquier animala”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

22 “Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madrea”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

23 “Maldito el que se acueste con su suegraa”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

24 “Maldito el que hiera a su vecino secretamentea”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

25 “Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocentea”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

26 “Maldito el que no confirme las palabras de esta ley para ponerlas por obraa”. Y todo el pueblo dirá: “Amén”.

Bendiciones de la obediencia

28 »aY sucederá que si obedeces diligentemente al1 Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos Sus mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierrab.

2 »Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarána, si obedeces al1 Señor tu Dios:

3 »Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campoa.

4 »Bendito el fruto de tu vientre, el producto1 de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas.

5 »Benditas serán tu canasta y tu artesa.

6 »Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgasa.

7 »El Señor hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados1 delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos.

8 »El Señor mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu manoa, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da.

9 »Te establecerá el Señor como pueblo santo para sía, como te juró, si guardas los mandamientos del Señor tu Dios y andas en Sus caminos.

10 »Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado1 el nombre del Señora; y te temerán.

11 »El Señor te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto1 de tu sueloa, en la tierra que el Señor juró a tus padres que te daría.

12 »El Señor abrirá para ti Su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu manoa; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.

13 »El Señor te pondrá a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente1a.

14 »No te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierdaa, para ir tras otros dioses y servirles.

Consecuencias de la desobediencia

15 »aPero sucederá que si no obedeces al1 Señor tu Dios, y no guardas todos Sus mandamientos y estatutos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán:

16 »Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campoa.

17 »Malditas serán tu canasta y tu artesaa.

18 »Maldito el fruto de tu vientre y el producto1 de tu suelo, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebañoa.

19 »Maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgasa.

20 »El Señor enviará sobre ti maldición, confusión y censura en todo lo que emprendas1a, hasta que seas destruido y hasta que perezcas rápidamenteb, a causa de la maldad de tus hechos, porque me has abandonado.

21 »El Señor hará que la peste se te pegue hasta que te haya consumido de sobre la tierra adonde vas a entrar para poseerlaa.

22 »Te herirá el Señor de tisis, de fiebrea, de inflamación y de gran ardor, con la espada1, con pestes y plagasb; y te perseguirán hasta que perezcasc.

23 »El cielo que está encima de tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

24 »El Señor hará que la lluvia de tu tierra sea polvo y ceniza; descenderá del cielo sobre ti hasta que seas destruidoa.

25 »El Señor hará que seas derrotado1 delante de tus enemigosa; saldrás contra ellos por un camino, pero huirás por siete caminos delante de ellos, y serás ejemplo de terror para todos los reinos de la tierrab.

26 »Y tus cadáveres serán alimento para todas las aves del cielo y para los animales de la tierra, y no habrá nadie que los espantea.

27 »El Señor te herirá con los tumores de Egipto y con úlceras, sarna y comezón, de los que no podrás ser sanadoa.

28 »Te herirá el Señor con locura, con ceguera y con turbación de corazón1;

29 y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridada, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve.

30 »Te desposarás con una mujer, pero otro hombre se acostará con ellaa; edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una viña, pero no aprovecharás su fruto1b.

31 »Tu buey será degollado delante de tus ojos, pero no comerás de él; tu asno será arrebatado, y no te será devuelto; tu oveja será dada a tus enemigos, y no tendrás quien te salve.

32 »Tus hijos y tus hijas serán dados a otro puebloa, mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá nada que puedas hacer1.

33 »Un pueblo que no conoces comerá el producto de tu suelo y de todo tu trabajo, y no serás más que un pueblo oprimido y quebrantado todos los díasa.

34 »Y te volverás loco por lo que verán tus ojos1.

35 »Te herirá el Señor en las rodillas y en las piernas con llagas malignas de las que no podrás ser sanadoa, desde la planta de tu pie hasta la coronilla.

36 »El Señor te llevará a ti y a tu rey, al que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres han conocidoa, y allí servirás a otros dioses de madera y de piedrab.

37 »Y vendrás a ser motivo de horror, proverbio y burla entre todos los pueblos donde el Señor te llevea.

38 »Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás pocoa, porque la langosta la devoraráb.

39 »Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás del vino ni recogerás las uvasa, porque el gusano se las comerá.

40 »Tendrás olivos por todo tu territorio pero no te ungirás con el aceite, porque tus aceitunas se caerána.

41 »Tendrás1 hijos e hijas, pero no serán tuyosa, porque irán al cautiverio.

42 »Todos tus árboles y el fruto de tu suelo los consumirá1 la langosta2a.

43 »El extranjero que esté en medio de ti se elevará sobre ti cada vez más alto, pero tú descenderás cada vez más bajoa.

44 »Él te prestará, pero tú no le podrás prestara. Él será la cabeza y tú serás la colab.

45 »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te perseguirán y te alcanzarán hasta que seas destruidoa, porque tú no escuchaste la voz del Señor tu Dios, y no guardaste los mandamientos y estatutos que Él te mandó.

46 »Ellas serán señal y maravillaa sobre ti y sobre tu descendencia1 para siempre.

47 »Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías1 la abundancia de todas las cosasa,

48 por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosasa. Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuellob hasta que te haya destruido.

49 »El Señor levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierraa, que descenderá veloz como águilab, una nación cuya lengua no entenderásc,

50 una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al ancianoa ni tendrá compasión del niño1.

51 »Se comerá la cría1 de tu ganado y el fruto de tu suelo, hasta que seas destruido; tampoco te dejará grano, ni vino nuevo, ni aceite, ni el aumento de tu ganado, ni las crías de tu rebaño, hasta que te haya hecho perecer.

52 »Y esa nación te pondrá sitio en todas tus ciudades1, hasta que tus muros altos y fortificados en los cuales tú confiabas caigan por toda tu tierra; y te sitiará en todas tus ciudades1a, por toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado.

53 »Entonces comerás el fruto

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