2 Corintios 5:2–8
2 Pues, en verdad1, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidosa con nuestra habitación celestial;
3 y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos.
4 Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidosa, para que lo mortal sea absorbido por la vidab.
5 Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía1a.
6 Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos1 en el cuerpoa, estamos ausentes del Señor.
7 (Porque por fe andamos, no por vista1a).
8 Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar1 con el Señora.