2º Reyes 21:1–18
21 aManasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hepsiba.
2 Hizo lo maloa ante los ojos del Señor, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitasb.
3 Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había destruidoa; levantó también altares a Baal e hizo una Asera1, como había hecho Acab, rey de Israelb, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvióc.
4 Edificó además altares en la casa del Señora, de la cual el Señor había dicho: «En Jerusalén pondré Mi nombreb».
5 Edificó altares a todo el ejército de los cielosa en los dos atrios de la casa del Señorb.
6 Hizo pasar por fuego a su hijo, practicó la hechicería, usó la adivinacióna y trató con adivinos y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del Señor, provocándolo a irab.
7 Colocó la imagen tallada de Asera1 que él había hecho, en la casaa de la cual el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: «En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré Mi nombre para siempreb.
8 »Y haré que nunca más los pies de Israel vaguen fuera de la tierra que di a sus padres, con tal de que cuiden de hacer conforme a todo lo que les he mandado, y conforme a toda la ley que Mi siervo Moisés les ordenóa».
9 Pero ellos no escucharon, y Manasés hizo que se extraviaran para que hicieran lo maloa, más que las naciones que el Señor había destruido delante de los israelitas.
10 Entonces el Señor habló por medio de Sus siervos los profetas:
11 «Por cuanto Manasés, rey de Judá, ha hecho estas abominacionesa, habiendo hecho lo malo más que todo lo que hicieron los amorreos antes de élb, haciendo pecar también a Judác con sus ídolosd;
12 por tanto, así dice el Señor, Dios de Israel: “Voy a traer tal calamidad sobre Jerusalén y Judá, que a todo el que oiga de ello le retumbarán ambos oídosa.
13 ”Extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomadaa de la casa de Acab, y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, limpiándolo y volviéndolo boca abajo.
14 ”Abandonaré al remanente de Mi heredad y los entregaré en mano de sus enemigos, y serán para presa y despojo para todos sus enemigos;
15 porque han hecho lo malo ante Mis ojos, y han estado provocándome a ira desde el día en que sus padres salieron de Egipto, hasta el día de hoy”».
16 Además, Manasés derramó muchísima sangre inocente hasta llenar a Jerusaléna de un extremo a otro, aparte de su pecado con el que hizo pecar a Judá para que hiciera lo malo ante los ojos del Señorb.
17 Los demás hechos de Manasésa, todo lo que hizo y el pecado que cometió, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
18 Manasés durmió con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su casa, en el jardín de Uza; y su hijo Amón reinó en su lugara.