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2º Reyes 2:1–18

2 Y sucedió que cuando el Señor iba a llevarse a Elías al cieloa en un torbellino, Elías venía de Gilgalb con Eliseoc.

2 Y Elías le dijo a Eliseo: «Te ruego que te quedes aquía, porque el Señor me ha enviado hasta Betel1b». Pero Eliseo le dijo: «Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de tic». Así que ambos descendieron a Betel.

3 Entonces los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: «¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu señor1a?». Y él dijo: «Sí, yo lo sé; cállense».

4 Elías entonces le dijo: «Eliseo, te ruego que te quedes aquía, porque el Señor me ha enviado a Jericób». Pero él dijo: «Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de tic». Y fueron juntos a Jericó.

5 También los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le dijeron: «¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu señor1?». Y él respondió: «Sí, yo lo sé; cállensea».

6 Entonces Elías le dijo: «Te ruego que te quedes aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordána». Pero Eliseo dijo: «Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti». Y los dos siguieron caminandob.

7 Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frentea a ellos, a lo lejos, mientras ellos dos se detuvieron junto al Jordán.

8 Entonces Elías tomó su mantoa, lo dobló y golpeó las aguas, y estas se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra secab.

9 Cuando ya habían pasado, Elías le dijo a Eliseo: «Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti». Y Eliseo le respondió: «Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mía».

10 Elías le dijo: «Has pedido una cosa difícil. Sin embargo, si me ves cuando sea llevadoa de tu lado, así te sucederá; pero si no, no será así.».

11 Mientras ellos iban andando y hablando, de pronto, apareció un carro de fuego y caballos de fuegoa que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino.

12 Eliseo lo vio y clamó: «Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballoa». Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgób en dos pedazos.

13 También recogió el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán.

14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: «¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?». Y cuando él golpeó también las aguas, estas1 se dividieron a uno y a otro lado, y Eliseo pasóa.

15 Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a éla, dijeron: «El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo». Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él,

16 y le dijeron: «Aquí entre tus siervos hay cincuenta hombres fuertes; te rogamos que los dejes ir a buscar a tu señor; tal vez el Espíritu del Señor lo ha levantado y lo ha echado en algún monte o en algún vallea». Y él dijo: «No los envíen».

17 Pero cuando le insistieron hasta la saciedada, dijo: «Envíenlos». Entonces enviaron cincuenta hombres; y buscaron durante tres días, pero no lo hallaron.

18 Volvieron a Eliseo que se había quedado en Jericó, y él les dijo: «¿No les dije: “No vayan”?».

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