2 Pedro 1:16–18
Testigos de la gloria de Cristo
16 Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristoa, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadasb, sino que fuimos testigos oculares de Su majestadc.
17 Pues cuando Él recibió honor y gloria de Dios Padre, la Majestuosa Gloriaa le hizo esta declaración1b: «Este es Mi Hijo amado en quien me he complacido»
18 Nosotros mismos escuchamos esta declaración1, hecha desde el cielo cuando estábamos con Él en el monte santoa.