2 Corintios 8:1–7
8 Ahora, hermanos, les damos a conocer la gracia de Dios que ha sido dadaa en las iglesias de Macedoniab.
2 Pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó1 su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riquezaa de su liberalidad.
3 Porque yo testifico que según sus posibilidadesa, y aun más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad,
4 suplicándonos con muchos ruegos el privilegio1 de participar en el sostenimiento de los santosa.
5 Y esto no como lo habíamos esperado, sino que primeramente se dierona a sí mismos al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Diosb.
6 En consecuencia, rogamos a Titoa que como él ya había comenzado antesb, así también llevara a cabo en ustedes esta obra de graciac.
7 Pero así como ustedes abundana en todo: en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud, y en el amor que hemos inspirado en ustedes1, vean que también abundena en esta obra de graciab.