Cargando…

2 Corintios 5:1–5

Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada1a, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manosb, eterna en los cielos.

2 Pues, en verdad1, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidosa con nuestra habitación celestial;

3 y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos.

4 Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidosa, para que lo mortal sea absorbido por la vidab.

5 Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía1a.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos