2 Corintios 10:1–6
10 Yo mismo, Pabloa, les ruegob por la mansedumbre y la benignidadc de Cristo, yo, que soy humilde cuando estoy delante de ustedes, pero osado para con ustedes cuando estoy ausented,
2 ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que ser osado con la confianza con que me propongo proceder resueltamente1 contra algunosa que nos consideran como si anduviéramos según la carneb.
3 Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carnea.
4 Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Diosa para la destrucción de fortalezasb;
5 destruyendo especulaciones1 y todo razonamiento altivo2a que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristob,
6 y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando la obediencia de ustedes sea completaa.