Cargando…

1º Samuel 14:6–23

6 Jonatán dijo al joven que llevaba su armadura: «Ven y pasemos a la guarnición de estos incircuncisosa; quizá el Señor obrará por nosotros, pues el Señor no está limitado a salvar con muchos o con pocosb».

7 Y su escudero le respondió: «Haga todo lo que tenga en su corazón; vea1, aquí estoy con usted a su disposición2».

8 Entonces dijo Jonatán: «Mira, vamos a pasar hacia esos hombres y nos mostraremos a ellosa.

9 »Si nos dicen1: “Esperen hasta que lleguemos a ustedes”, entonces nos quedaremos en nuestro lugar y no subiremos a ellos.

10 »Pero si dicen: “Suban a nosotros”, entonces subiremos, porque el Señor los ha entregado en nuestras manos; esta será la señal para nosotrosa».

11 Cuando ambos se mostraron a la guarnición de los filisteos, estos1 dijeron: «Miren, los hebreos salen de las cavernas donde se habían escondidoa».

12 Los hombres de la guarnición saludaron1 a Jonatán y a su escudero y dijeron: «Suban a nosotros y les diremos algoa». Y Jonatán dijo a su escudero: «Sube tras mí, pues el Señor los ha entregado en manos de Israelb».

13 Entonces Jonatán trepó con manos y pies, y tras él su escudero; y los filisteos caían delante de Jonatán, y tras él su escudero los remataba.

14 La primera matanza que hicieron Jonatán y su escudero fue de unos veinte hombres en el espacio de media yugada (aprox. 15 metros cuadrados) de tierra.

15 Hubo estremecimiento en el campamento, en el campo y entre todo el pueblo. Aun la guarnición y los de la avanzada se estremecierona, y la tierra temblób; fue un gran temblor1c.

16 Los centinelas de Saúl que estaban en Guibeá de Benjamín vieron que la multitud se dispersaba1 e iban en todas direcciones.

17 Y Saúl dijo al pueblo que estaba con él: «Pasen lista1 ahora y vean quién ha salido de entre nosotros». Cuando ellos pasaron lista2, notaron que Jonatán y su escudero no estaban.

18 Entonces Saúl dijo a Ahías: «Trae el arca de Diosa». Porque en ese tiempo el arca de Dios estaba con1 los israelitas.

19 Y sucedió que mientras Saúl hablaba con el sacerdote, el alboroto en el campamento de los filisteos continuaba y aumentabaa. Entonces Saúl dijo al sacerdote: «Retira tu mano».

20 Y Saúl y todo el pueblo que estaba con él se agruparon y fueron a la batalla, y vieron que la espada de cada filisteo se volvía contra su compañeroa, y había gran confusión.

21 Entonces los hebreos que de antes estaban con los filisteos y que habían subido con ellos de los alrededores al campamento, aun ellos también se unieron con los israelitas que estaban con Saúl y Jonatána.

22 Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraína oyeron que los filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.

23 Así libró el Señor a Israel en aquel díaa. La batalla se extendió más allá de1 Bet Avénb.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos