1 Juan 3:8–10
8 El que practica el pecado es del diabloa, porque el diablo ha pecado1 desde el principio. El Hijo de Diosb se manifestó con este propósitoc: para destruir2 las obras del diablod.
9 Ninguno que es nacido de Diosa practica1 el pecadob, porque la simiente de Dios2 permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios.
10 En esto se reconocen1 los hijos de Diosa y los hijos del diablob: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no amac a su hermanod.