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Éxodo 4–12

Dios da poderes a Moisés

4 Moisés respondió: «¿Y si no me creen, ni escuchan mi voza? Porque quizá digan: “No se te ha aparecido el Señorb”».

2 Y el Señor le preguntó: «¿Qué es eso que tienes en la mano?». «Una varaa», respondió Moisés.

3 «Echala en tierra», le dijo el Señor. Y él la echó en tierra y se convirtió en una serpientea. Moisés huyó de ella;

4 pero el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano y agárrala por la cola.” Él extendió la mano, la agarró, y se convirtió en una vara en su mano1.

5 «Por esto creerán que se te ha aparecido el Señor, Dios de sus padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacoba.

6 »Ahora mete la mano en tu seno», añadió el Señor. Y Moisés metió la mano en su seno, y cuando la sacó, estaba leprosa, blanca como la nievea.

7 «Vuelve a meter la mano en tu seno», le dijo Él. Y él volvió a meterla en su seno, y cuando la sacó, se había vuelto como el resto de su carnea.

8 «Y sucederá que si no te creen, ni obedecen el testimonio1 de la primera señal, quizá crean el testimonio2 de la segunda3 señal.

9 »Pero si todavía no creen estas dos señales, ni escuchan tu voz, entonces sacarás agua del Nilo y la derramarás sobre la tierra seca; y el agua que saques del Nilo se convertirá en sangre sobre la tierra secaa»

10 Entonces Moisés dijo al Señor: «Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente1a. Ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de2 que has hablado a Tu siervo; porque soy tardo3 en el habla y torpe3 de lengua».

11 Y el Señor le dijo: «¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciegoa? ¿No soy Yo, el Señor?

12 »Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu bocaa, y te enseñaré lo que has de hablarb»

13 Pero Moisés dijo: «Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras1»

14 Entonces se encendió la ira del Señor contra Moisés, y le dijo: «¿No está allí tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él habla bien1. Y además, ahora él sale a recibirtea. Al verte, se alegrará en su corazón.

15 »Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca. Yo estaré con tu boca y con su boca y les enseñaré lo que tienen que hacera.

16 »Además, Aarón hablará por ti al puebloa. Él te servirá como boca y tú serás para él como Dios.

17 »Y esta varaa la llevarás en tu mano, y con ella harás las señalesb»

Moisés regresa a Egipto

18 Moisés se fue y volvió a casa de su suegro Jetro1a, y le dijo: «Te ruego que me dejes ir para volver a mis hermanos que están en Egipto, y ver si aún viven». «Ve en paz», le contestó Jetro.

19 Y el Señor dijo a Moisés en Madián: «Ve, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los hombres que buscaban tu vidaa».

20 Moisés tomó a su mujer y a sus hijosa, los montó sobre un asno y volvió a la tierra de Egipto. Moisés tomó también la vara de Dios en su manob.

21 Y el Señor dijo a Moisés: «Cuando vuelvas1 a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu manoa. Pero Yo endureceré su corazón de modo que no dejará ir al pueblob.

22 »Entonces dirás a Faraón: “Así dice el Señor: ‘Israel es Mi hijo, Mi primogénitoa.

23 ’Y te he dicho: “Deja ir a Mi hijo para que me sirvaa”, pero te has negado a dejarlo ir. Por tanto mataré a tu hijo, a tu primogénitob’ ”».

24 Y aconteció que en una posada en el camino, el Señor le salió al encuentro a Moisés y quiso matarloa.

25 Pero Séfora tomó un pedernal, cortó el prepucio de su hijoa y lo echó a los pies de Moisés1, y le dijo: «Ciertamente tú eres para mí un esposo de sangre»

26 Entonces Dios lo dejó1. Pues ella había dicho: «Eres esposo de sangre», a causa de2 la circuncisión.

27 Y el Señor dijo a Aaróna: «Ve al encuentro de Moisés en el desierto». Él fue y le salió al encuentro en el monte de Diosb, y lo besó.

28 Moisés contó a Aarón todas las palabras del Señor con las cuales le enviaba, y todas las señales que le había mandado hacera.

29 Entonces fueron Moisés y Aarón y reunieron a todos los ancianos de los israelitasa,

30 Aarón les habló todas las palabras que Dios había hablado a Moisésa. Este hizo entonces las señales en presencia del pueblob.

31 El pueblo creyóa, y al oír que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su aflicciónb, se postraron y adoraronc.

Moisés y Aarón ante Faraón

5 Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: «Así dice el Señor, Dios de Israela: “Deja ir a Mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desiertob”».

2 Pero Faraón dijo: «¿Quién es el Señora para que yo escuche Su voz y deje ir a Israel? No conozco al Señor, y además, no dejaré ir a Israelb».

3 «El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro», contestaron ellos. «Déjenos ir, le rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Diosa, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada».

4 Pero el rey de Egipto les dijo: «Moisés y Aarón, ¿por qué apartan1 al pueblo de sus trabajos? Vuelvan2 a sus labores3a.

5 »Miren», añadió Faraón, «el pueblo de la tierra es mucho ahoraa, ¡y ustedes quieren que ellos cesen en sus labores!»

Orden despótica de Faraón

6 Aquel mismo día, Faraón dio órdenes a los capataces1 que estaban sobre el puebloa, y a sus jefesb y les dijo:

7 «Ya no darán, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan ellos y recojan paja por sí mismos.

8 »Pero exigirán de1 ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. No la disminuyan en lo más mínimo. Porque son perezosos2, por eso claman y dicen: “Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Diosa

9 »Recárguese el trabajo sobre estos1 hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas»

10 Salieron, pues, los capataces del pueblo y sus jefes y hablaron al puebloa y dijeron: «Así dice Faraón: “No les daré paja.

11 ”Vayan ustedes mismos y recojan paja donde la hallen. Pero su tarea no será disminuida en lo más mínimo”».

12 Entonces el pueblo se dispersó por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojos en lugar de paja.

13 Los capataces los apremiaban, diciendo: «Acaben sus tareas, su tarea diaria1, como cuando tenían paja»

14 Y azotaban a los jefes de los israelitas que los capataces de Faraón habían puesto sobre ellosa, diciéndolesb: «¿Por qué no han terminado, ni ayer ni hoy, la cantidad de ladrillos requerida como antes?»

Queja de los jefes hebreos

15 Entonces los jefes de los israelitas fueron y clamaron a Faraón y dijeron: «¿Por qué trata usted así a sus siervos?

16 »No se da paja a sus siervos, sin embargo, siguen diciéndonos: “Hagan ladrillos”. Y además sus siervos son azotados. Pero la culpa es de su pueblo»

17 Pero él contestó: «Son perezosos1, muy perezososa. Por eso dicen: “Déjanos ir a ofrecer sacrificios al Señor”.

18 »Ahora pues, vayan y trabajen. Pero no se les dará paja, sin embargo, deben entregar la misma cantidad de ladrillos»

19 Los jefes de los israelitas se dieron cuenta de que estaban en dificultades, cuando les dijeron1: «No deben disminuir su cantidad diaria de ladrillos2»

20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando1,

21 y les dijerona: «Mire el Señor sobre ustedes y los juzgueb, pues nos han hecho odiosos1 ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervosc, poniéndoles una espada en la mano para que nos maten».

Oración de Moisés

22 Entonces Moisés se volvió al Señor, y dijo: «Oh Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿Por qué me enviastea?

23 »Pues desde que vine a Faraón a hablar en Tu nombre, él ha hecho mal a este pueblo, y Tú no has hecho nada por librar a Tu puebloa»

Dios confirma su promesa

6 El Señor respondió a Moisés: «Ahora verás lo que haré a Faraón. Porque por la fuerza los dejará ir, y por la fuerza los echará de su tierraa».

2 Dios continuó hablando a Moisés, y le dijo: «Yo soy el Señora.

3 »Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso1, pero por Mi nombre, Señor2, no me di a conocer a ellosa.

4 »También establecí Mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra donde1 peregrinarona.

5 »Además, he oído el gemido de los israelitas, porque los egipcios los tienen esclavizados, y me he acordado de Mi pactoa.

6 »Por tanto, dile a los israelitas: “Yo soy el Señora, y los sacaré de debajo de las cargas de los egipciosb. Los libraré de su esclavitud, y los redimiré con brazo extendido y con grandes juiciosc.

7 ”Los tomaré a ustedes por pueblo Mío1, y Yo seré su Dios2. Sabrán que Yo soy el Señor su Diosa, que los sacó de debajo de las cargas de los egipciosb.

8 ”Los traeré a la tierra que juré1 dar a Abraham, a Isaac y a Jacoba, y se la daré a ustedes por heredadb. Yo soy el Señorc”».

9 De esta manera Moisés habló a los israelitas, pero ellos no escucharon a Moisés a causa del desaliento1 y de la dura servidumbrea.

10 Entonces el Señor habló a Moisés y le dijo:

11 «Ve, habla a Faraón, rey de Egipto, para que deje salir a los israelitas de su tierraa»

12 Pero Moisés habló delante del Señor y le dijo: «Los israelitas no me han escuchado. ¿Cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de palabra1a?».

13 Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón, y les dio órdenes para los israelitas y para Faraón, rey de Egipto, a fin de sacar a los israelitas de la tierra de Egipto.

Jefes de familia

14 Estos son los jefes de las casas paternas: Los hijos de Rubén, primogénito de Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi. Estas son las familias de Rubéna.

15 Los hijos de Simeón: Jemuel1, Jamín, Ohad, Jaquín2, Zohar3 y Saúl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeóna.

16 aEstos son los nombres de los hijos de Leví según sus generaciones: Gersón, Coat y Merari. Los años de la vida de Leví fueron 137 años.

17 Los hijos de Gersón: Libni1 y Simei, según sus familiasa.

18 Los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziela. Los años de la vida de Coat fueron 133 años.

19 Los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de los levitas según sus generacionesa.

20 Amram tomó por mujer a Jocabed, su tía, y ella dio a luz a Aarón y a Moisésa. Los años de la vida de Amram fueron 137 años.

21 Los hijos de Izhar: Coréa, Nefeg y Zicri.

22 Los hijos de Uziel: Misael, Elzafán

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