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Éxodo 14:16–31

16 »Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo. Y los israelitas pasarán1 por en medio del mar, sobre tierra secaa.

17 »Pero Yo endureceré1 el corazón de los egipcios para que entren a perseguirlos. Me glorificaré en Faraón y en todo su ejércitoa, en sus carros y en su caballería.

18 »Entonces sabrán los egipcios que Yo soy el Señora, cuando sea glorificado en Faraón, en sus carros y en su caballería».

19 El ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba detrás de ellos. La columna de nubea que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás,

20 y vino a colocarse entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel. La nube estaba junto con1 las tinieblas. Sin embargo, de noche alumbraba a Israel, y en toda la noche no se acercaron los unos a los otros.

Paso del Mar Rojo

21 Moisés extendió su mano sobre el mara, y el Señor, por medio de un fuerte viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y cambió el mar en tierra secab. Así quedaron divididas las aguasc.

22 Los israelitas entraron por en medio del mar, en secoa, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierdab.

23 Entonces los egipcios reanudaron la persecución, y entraron tras ellos en medio del mar todos los caballos de Faraón, sus carros y sus jinetesa.

24 A la vigilia de la mañana (2 a 6 a.m.), el Señor miró el ejército de los egipcios desde1 la columna de fuego y de nubea, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios.

25 Y entorpeció1 las ruedas de sus carros, e hizo que avanzaran con dificultad. Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos ante Israel, porque el Señor pelea por ellos contra los Egipciosa».

Dios salva a su pueblo con poder

26 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mara para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y su caballería».

27 Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer, el mar regresó a su estado normala, y los egipcios al huir se encontraban con él. Así derribó el Señor a los egipcios en medio del marb.

28 Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellosa.

29 Pero los israelitas pasaron en seco por en medio del mar, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierdaa.

30 Aquel día el Señor salvó a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mara.

31 Cuando Israel vio el gran poder1 que el Señor había usado2 contra los egipcios, el pueblo temió3 al Señor, y creyeron en el Señora y en Moisés, Su siervo.

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