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Salmo 19:7–10

¶7 La ley del Señor es perfecta1a, que restaura el almab;

el testimonio del Señor es seguroc, que hace sabio al sencillod.

8 Los preceptos del Señor son rectosa, que alegran el corazónb;

el mandamiento del Señor es puroc, que alumbra los ojosd.

9 El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;

los juicios del Señor son verdaderosa, todos ellos justosb;

10 deseables más que el oroa; sí, más que mucho oro fino,

más dulces que la mielb y que el destilar1 del panal.

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