Romanos 8:1–3
No hay condenación para los que creen
Por consiguiente, no hay ahora condenacióna para los que están en Cristo Jesús1b, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesúsa te1 ha libertado2 de la ley del pecado y de la muerteb.
3 Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carnea, Dios lo hizob: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carnec,