Cargando…

Romanos 10–14

Capitulo 10

Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos1 es para su salvación.

2 Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Diosa, pero no conforme a un pleno conocimiento.

3 Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propiaa, no se sometieron a la justicia de Diosb.

4 Porque Cristo es el fin1 de la ley para justicia a todo aquel que creea.

Cómo ser salvo

5 Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ellaa.

6 Pero la justicia que es de la fea, dice así: No digas en tu corazón: «¿Quién subirá al cielob?» (esto es, para hacer bajar a Cristo),

7 o «¿Quién descenderá al abismoa?” (esto es, para subir a Cristo de entre los muertosb).

8 Mas, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazóna, es decir, la palabra de fe que predicamos:

9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señora, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvob;

10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.

11 Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzadoa.

12 Porque no hay distinción entre judío y griegoa, pues el mismo Señor es Señor de todosb, abundando en riquezas para todos los que le invocan;

13 porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvoa.

14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de1 quien no han oídoa? ¿Y cómo oirán sin haber quien les prediqueb?

15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies1 de los que anuncian el evangelio del bien2a!

Israel rechaza el evangelio

16 Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelioa, porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anunciob?

17 Así que la fe viene del oíra, y el oír, por la palabra de Cristo1b.

18 Pero yo digo, ¿acaso nunca han oído? Ciertamente que sí:

Por toda la tierra ha salido su voz,

y hasta los confines del mundo1 sus palabrasa.

19 Y añado1: ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moisés dice:

Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;

con un pueblo sin entendimiento os provocaré a iraa.

20 E Isaías es muy osado, y dice:

Fui hallado por los que no me buscaban;

me manifesté1 a los que no preguntaban por mía.

21 Pero en cuanto a Israel, dice: Todo el dia he extendido mis manos a un pueblo desobediente y rebeldea.

Capitulo 11

El remanente de Israel

Digo entonces: ¿Acaso ha desechado Dios a su puebloa? ¡De ningún modob! Porque yo también soy israelita, descendiente1 de Abrahamc, de la tribu de Benjamín.

2 Dios no ha desechado a su puebloa, al cual conoció con anterioridadb. ¿O no sabéisc lo que dice la Escritura en el pasaje sobre Elías, cómo suplica a Dios contra Israel:

3 Señor, han dado muerte a tus profetas, han derribado tus altares; y yo solo he quedado y atentan contra1 mi vidaa?

4 Pero, ¿qué le dice la respuesta divina?: Me he reservado siete mil hombres que no han doblado la rodilla a Baala.

5 Y1 de la misma manera, también ha quedado2 en el tiempo presente un remanentea conforme a la elección de la gracia de Dios.

6 Pero si es por gracia, ya no es a base de obrasa, de otra manera la gracia ya no es gracia. 1Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

7 Entonces ¿qué? Aquello que Israel buscaa no lo ha alcanzado, pero los que fueron escogidos lo alcanzaron1 y los demás fueron endurecidosb;

8 tal como está escrito:

Dios les dio un espíritu de estupor, ojos con que no ven y oídos con que no oyen, hasta el día de hoya.

9 Y David dice:

Su banquete1 se convierta en lazo y en trampa,

y en piedra de tropiezo y en retribución para ellosa.

10 Oscurézcanse sus ojos para que no puedan ver,

y dobla sus espaldas para siemprea.

La salvación de los gentiles

11 Digo entoncesa: ¿Acaso tropezaron para caer? ¡De ningún modob! Pero por su transgresión ha venido la salvación a los gentilesc, para causarles celosd.

12 Y si su transgresión es riqueza para el mundo, y su fracaso es riqueza para los gentiles, ¡cuánto más será su plenituda!

13 Pero a vosotros hablo, gentiles. Entonces, puesto que yo soy apóstol de los gentilesa, honro mi ministerio,

14 si en alguna manera puedo causar celosa a mis compatriotas1b y salvar a algunos de ellosc.

15 Porque si el excluirlos a ellos es la reconciliacióna del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertosb?

16 Y si el primer pedazo de masaa es santo, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

17 Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestrea, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz1 del olivo,

18 no seas arrogante para con las ramas; pero si eres arrogante, recuerda que tú no eres el que sustenta la raíz, sino la raíz la que te sustenta a tia.

19 Dirás entoncesa: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.

20 Muy cierto; fueron desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme1a. No seas altanerob, sino teme;

21 porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.

22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Diosa si permaneces en su bondadb; de lo contrario también tú serás cortadoc.

23 Y también ellos, si no permanecen en su incredulidada, serán injertados, pues poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.

24 Porque si tú fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre, y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¿cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

La salvación de Israel al fin de los tiempos

25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréisa este misteriob, para que no seáis sabios en vuestra propia opiniónc: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parciald hasta que haya entrado la plenitud de los gentilese;

26 y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito:

El Libertador vendrá de Sión;

apartará la impiedad de Jacoba.

27 Y este es mi pacto1 con ellosa,

cuando yo quite sus pecadosb.

28 En cuanto al evangelio1, son enemigosa por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección2 de Dios, son amados por causa de los padresb;

29 porque los dones y el llamamiento de Diosa son irrevocablesb.

30 Pues así como vosotros en otro tiempo fuisteis desobedientes a Dios, pero ahora se os ha mostrado misericordia por razón de la desobediencia de ellos,

31 así también ahora estos han sido desobedientes, para que por la misericordia mostrada a vosotros, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia.

32 Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todosa.

La insondable sabiduría de Dios

33 ¡Oh, profundidad de las riquezasa y de la sabiduría y del conocimiento de Diosb! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminosc!

34 Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llego a ser su consejeroa?,

35 ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar1a?

36 Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosasa. A Él sea la gloria para siempreb. Amén.

Capitulo 12

Actitud consecuente del creyente

Por consiguiente, hermanos, os ruegoa por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santob, aceptable1 a Dios, que es vuestro culto racional.

2 Y no os adaptéis1 a este mundo2a, sino transformaos mediante la renovación de vuestra menteb, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable3 y perfectoc.

Nuestros deberes cristianos

3 Porque en virtud de la gracia que me ha sido dadaa, digo a cada uno de1 vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensarb, sino que piense con buen juicio2, según la medida de fec que Dios ha distribuido a cada uno.

4 Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma funcióna,

5 así nosotros, que somos muchosa, somos un cuerpo en Cristob e individualmente miembros los unos de los otros.

6 Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dadaa, usémoslos: si el de profecíab, úsese en proporción a la fe;

7 si el de servicioa, en servir1; o el que enseñab, en la enseñanza;

8 el que exhorta, en la exhortacióna; el que da, con liberalidad1b; el que dirige2c, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegríad.

9 El amor sea sin hipocresíaa; aborreciendo lo malo, aplicándoos1 a lo buenob.

10 Sed afectuosos unos con otros con amor fraternala; con honrab, daos preferencia unos a otros;

11 no seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritua, sirviendo al Señorb,

12 gozándoos en la esperanzaa, perseverando en el sufrimientob, dedicados a la oraciónc,

13 contribuyendo para las necesidades de los santosa, practicando1 la hospitalidadb.

14 Bendecid a los que os1 persiguena; bendecid, y no maldigáis.

15 Gozaos con los que se gozan y llorad con los que llorana.

16 Tened el mismo sentir1a unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes2b. No seáis sabios en vuestra propia opiniónc.

17 Nunca paguéis a nadie mal por mala. Respetad1 lo bueno delante de todos los hombresb.

18 Si es posible, en cuanto de vosotros dependaa, estad en paz con todos los hombresb.

19 Amados, nunca os venguéisa vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Señorb.

20 Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabezaa.

21 No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.

Capitulo 13

Actitud hacia las autoridades

Sométase toda persona1a a las autoridades que gobiernanb; porque no hay autoridadc sino de2 Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.

2 Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han …

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos