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Proverbios 18–22

Capitulo 18

El que vive aislado busca su propio deseo,

contra todo consejo se encolerizaa.

2 El necio no se deleita en la prudencia,

sino solo en revelar su corazóna.

3 Cuando llega el impío, llega también el desprecio,

y con la deshonra viene la afrenta.

4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombrea;

arroyo que fluye, la fuente de sabiduría.

5 No es bueno mostrar preferenciaa por el impío,

para ignorar al1 justo en el juiciob.

6 Los labios del necio provocan1 contienda,

y su boca llama a los golpesa.

7 La boca del necio es su ruinaa,

y sus labios una trampa para su alma.

8 Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos,

y penetran hasta el fondo de las entrañas1.

9 También el que es negligente en su trabajoa

es hermano del que destruyeb.

10 El nombre del Señora es torre fuerteb,

a ella corre el justo y está a salvo1c.

11 La fortuna del rico es su ciudad fortificadaa,

y como muralla alta en su imaginación.

12 Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivoa,

pero a la gloria precede la humildadb.

13 El que responde antes de escuchar,

cosecha1 necedad y vergüenzaa.

14 El espíritu del hombre puede soportar su enfermedada,

pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevarb?

15 El corazón del prudente adquiere conocimientoa,

y el oído del sabio busca el conocimientob.

16 La dádiva del hombre le abre caminoa

y lo lleva ante la presencia de los grandes.

17 Justo parece el primero que defiende su causa1

hasta que otro2 viene y lo examina3.

18 La suertea pone fin a las contiendas

y decide1 entre los poderosos.

19 El hermano ofendido es más difícil de ganar que una ciudad fortificada,

y las contiendas son como cerrojos de fortaleza.

20 Con el fruto de su boca el hombre sacia su vientrea,

con el producto de sus labios se saciaráb.

21 Muerte y vida están en poder1 de la lenguaa,

y los que la aman comerán su frutob.

22 El que halla esposa halla algo buenoa

y alcanza el favor del Señorb.

23 El pobre habla suplicandoa,

pero el ricob responde con durezac.

24 El hombre de muchos amigos se arruina1,

pero hay amigo2 más unido que un hermanoa.

Capitulo 19

Mejor es el pobre que anda en su integridada

que el de labios perversos y necio.

2 Tampoco es bueno para una persona1 carecer de conocimiento,

y el que se apresura con los pies pecaa.

3 La insensatez del hombre pervierte su caminoa,

y su corazón se irrita contra el Señorb.

4 La riqueza añade muchos amigos,

pero el pobre es separado de su amigoa.

5 El testigo falsoa no quedará sin castigo,

y el que cuenta1 mentiras no escaparáb.

6 Muchos buscan el favora del generoso1,

y todo hombre es amigo del que dab.

7 Todos los hermanos del pobre lo aborrecen,

¡cuánto más sus amigos se alejarán de éla!;

los persigueb con palabras, pero ellos se han ido1.

8 El que adquiere cordura1 ama su alma;

el que guarda la prudencia hallará el biena.

9 El testigo falso no quedará sin castigo,

y el que cuenta1 mentiras pereceráa.

10 Al necio no conviene la vida de lujoa;

mucho menos a un siervo gobernar a los príncipesb.

11 La discreción del hombre le hace lento para la iraa,

y su gloria es pasar por alto una ofensab.

12 Como rugido de león es la ira del reya,

y su favor como rocío sobre la hierbab.

13 El hijo necio es ruina de su padrea,

y gotera continua las contiendas de una esposab.

14 Casa y riqueza son herencia de los padresa,

pero la mujer prudente viene del Señor.

15 La pereza hace caer en profundo sueñoa,

y el alma ociosa sufrirá hambre.

16 El que guarda el mandamiento guarda su almaa,

mas el que menosprecia sus caminos morirá.

17 El que se apiada del pobre presta al Señora,

y Él lo recompensará por su buena obra1b.

18 Corrige a tu hijo mientras hay esperanza,

pero no desee tu alma causarle la muertea.

19 El hombre de gran ira llevará el castigo,

porque si tú lo rescatas, tendrás que hacerlo de nuevo.

20 Escucha el consejo y acepta la corrección1,

para que seas sabioa el resto de tus días2.

21 Muchos son los planes en el corazón del hombrea,

mas el consejo del Señor permaneceráb.

22 Lo que es deseable en un hombre es su bondad1,

y es mejor ser pobre que mentiroso.

23 El temor1 del Señor conduce a la vidaa,

para dormir satisfechob sin ser tocado2 por el malc.

24 El perezosoa mete su mano en el platob,

y ni aun a su boca la llevará.

25 Golpea al escarnecedor y el ingenuo1 se volverá astutoa,

pero reprende al inteligenteb y ganará2 conocimiento.

26 El que asalta a su padre y echa fuera a su madrea

es un hijo que trae vergüenza y desgracia.

27 Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción1,

y te desviarás de las palabras de sabiduría.

28 El testigo perverso se burla de la justicia1,

y la boca de los impíos esparce2 iniquidada.

29 Los juicios1 están preparados para los escarnecedoresa,

y los azotes para la espalda de los neciosb.

Capitulo 20

El vinoa es escarnecedor, la bebida fuerteb alborotadora,

y cualquiera que con1 ellos se embriaga no es sabio.

2 Como rugido de león es el terror al rey,

el que lo provoca a ira peca contra su propia almaa.

3 Es honra para el hombre eludir1 las contiendas,

pero cualquier necio se enredará en ellas2a.

4 Desde el otoño, el perezoso no araa,

pide en la cosecha, y no hay nada.

5 Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre,

y el hombre de entendimiento lo sacará.

6 Muchos hombres proclaman su propia lealtad1a,

pero un hombre digno de confianzab, ¿quién lo hallará?

7 El justo anda en su integridada;

¡cuán dichosos son sus hijos después de élb!

8 El rey que se sienta sobre el trono del juicioa,

disipa1 con sus ojos todo mal.

9 ¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón,

limpio estoy de mi pecadoa?

10 Pesas desiguales y medidas desiguales1,

ambas cosas son abominables al Señora.

11 Aun por sus hechos da a conocer un muchachoa

si su conducta es pura y recta.

12 El oído que oye y el ojo que ve,

ambos los ha hecho el Señora.

13 No ames el sueñoa, no sea que te empobrezcas;

abre tus ojos y te saciarás de pan.

14 Malo, malo, dice el comprador,

pero cuando se marcha, entonces se jacta.

15 Hay oro y abundancia de joyas1,

pero cosa más preciosa son los labios con conocimiento.

16 Tómale la ropa al que1 sale fiador del extraño;

y tómale prenda por los extranjeros.

17 El pan obtenido con falsedad es dulce al hombrea,

pero después su boca se llenará de grava.

18 Los proyectos con consejo se preparana,

y con dirección sabia se hace la guerrab.

19 El que anda murmurando revela secretosa,

por tanto no te asocies con el chismoso1b.

20 Al que maldice a su padre o a su madrea,

se le apagaráb su lámpara en medio1 de las tinieblas.

21 La herencia adquirida de prisa al principio,

no será bendecida al final.

22 No digas: Yo pagaré mal por mala;

espera en el Señorb, y Él te salvará.

23 Pesas desiguales1 son abominación al Señora,

y una balanza falsa2 no es buenab.

24 Por el Señor son ordenados los pasos del hombrea,

¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino?

25 Lazo es para el hombre decir a la ligera: Es santo,

y después de los votos investigara.

26 El rey sabio avienta a los impíosa,

y hace pasar1 la rueda de trillarb sobre ellos.

27 Lámpara del Señor es el espíritu1 del hombrea

que escudriña lo más profundo de su ser2.

28 Lealtad1 y verdad guardan al rey,

y por la justicia1 sostiene su tronoa.

29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,

y la honra1 de los ancianos, sus canasa.

30 Los azotes que hieren limpian del mala,

y los golpes llegan a lo más profundo1 del cuerpo.

Capitulo 21

Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del Señor;

Él lo dirige donde le placea.

2 Todo camino del hombre es recto ante sus ojos,

pero el Señor sondea1 los corazonesa.

3 El hacer justicia y derecho

es más deseado por el Señor que el sacrificioa.

4 Ojos altivos y corazón arrogante,

lámpara de los impíosa; eso es pecado.

5 Los proyectos del diligente ciertamente son ventajaa,

mas todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobrezab.

6 Conseguir tesorosa con lengua mentirosa

es un vapor fugaz, es buscar1 la muerteb.

7 La violencia de los impíos los arrastrará,

porque se niegan a obrar con justicia1a.

8 Torcido es el camino del pecador1a

mas el proceder del limpio es recto.

9 Mejor es vivir en un rincón del terrado

que en una casa con mujer rencillosa1.

10 El alma del impío desea el mal;

su prójimo no halla favor a sus ojosa.

11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabioa;

pero cuando se instruye al sabio, adquiere conocimiento.

12 El justo observa la casa del impío,

llevando al impío a la ruinaa.

13 El que cierra su oído al clamor del pobrea,

también él clamará y no recibirá respuestab.

14 Una dádivaa en secreto aplaca la ira,

y el soborno bajo el manto1, el furor violento.

15 El cumplimiento de la justicia1 es gozo para el justo,

pero terror para los que obran iniquidada.

16 El hombre que se aparta del camino del saber

reposará en la asamblea de los muertos1a.

17 El que ama el placer será pobrea;

el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

18 El impío es rescate para el justoa,

y el pérfido está en lugar de los rectosb.

19 Mejor es habitar en tierra desierta

que con mujer rencillosa y molestaa.

20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabioa,

pero el necio todo lo disipab.

21 El que sigue la justiciaa y la lealtad1

halla vida, justicia y honor.

22 El sabio escala la ciudad de los poderosos

y derriba la fortaleza en que confiaban1a.

23 El que guarda su boca y su lengua,

guarda su alma de angustiasa.

24 Altivo, arrogante y escarnecedora son los nombres

del que obra con orgullo insolenteb.

25 El deseo del perezosoa lo mata,

porque sus manos rehúsan trabajar;

26 todo el día codicia1,

mientras el justo da y nada retienea.

27 El sacrificio de los impíos es abominacióna,

cuánto más trayéndolo con mala intención.

28 El testigo falso pereceráa,

mas el hombre que escucha, hablará siempre.

29 El hombre impío muestra audacia en1 su rostroa,

pero el recto asegura su caminob.

30 No vale sabiduría, ni entendimiento,

ni consejo, frente al Señora.

31 Se prepara al caballo para el día de la batallaa,

pero la victoria1 es del Señorb.

Capitulo 22

Más vale el buen nombre que las muchas riquezasa,

y el favor que la plata y el oro.

2 El rico y el pobre …

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