Mateo 21:28–45
28 Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: «Hijo, ve, trabaja hoy en la viñaa».
29 Y respondiendo él, dijo: «No quiero»; pero después, arrepentido, fue1.
30 Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: «Yo iré, señor»; y no fue1.
31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron*: El primero1. Jesús les dijo*: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos2 y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotrosa.
32 Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyerona; y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle.
Parábola de los labradores malvados
¶33 Escuchad otra parábola. aHabía una vez un hacendado1 que plantob una viña y la cerco con un muroc, y cavo en ella un lagar y edifico una torred, la arrendó a unos labradores y se fue de viajee.
34 Y cuando se acercó el tiempo de la cosecha1, envió sus siervosa a los labradores para recibir sus frutos.
35 Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon.
36 Volvió a mandar otro grupo de siervosa, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo.
37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: «Respetarán a mi hijo».
38 Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: «Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad».
39 Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
40 Cuando venga, pues, el dueño1 de la viña, ¿qué hará a esos labradores?
41 Ellos le dijeron*: Llevará a esos miserables a un fin lamentable, y arrendará la viña a otros labradoresa que le paguen los frutos a su tiempo.
42 Jesús les dijo*: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
«La piedra que desecharon los constructores,
esa, en piedra angular1 se ha convertido;
esto fue hecho de parte del Señor,
y es maravilloso a nuestros ojosa»?
43 Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos.
44 Y el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; pero sobre quien ella caigaa, lo esparcirá como polvo.
45 Al oír sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que hablaba de ellos.