Filipenses 2:5–10
5 Haya, pues, en1 vosotros esta actitud2 que hubo también en Cristo Jesúsa,
6 el cual, aunque existía en forma de Diosa, no consideró el ser igual a Diosb como algo a qué aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo1a tomando forma de siervob, haciéndose2 semejante a los hombresc.
8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismoa, haciéndose obediente hasta la muerteb, y muerte de cruzc.
9 Por lo cual Dios también le exaltóa hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombreb,
10 para que al1 nombre de Jesús se doble toda rodillaa de los que están en el cielo, y en la tierrab, y debajo de la tierra,