Efesios 4:1–6
Yo, pues, prisionero del1 Señora, os ruegob que viváis2 de una manera dignac de la vocaciónd con que habéis sido llamadose,
2 con toda humildad y mansedumbre, con pacienciaa, soportándoos unos a otros en amorb,
3 esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en1 el vínculo de la paza.
4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritua, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocaciónb;
5 un solo Señora, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todosa.