Apocalipsis 21:3–4
3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Diosa está entre los hombres, y Él habitará entre ellosb y ellos serán su pueblo1, y Dios mismo estará entre ellos2.
4 Él enjugará toda lágrima de sus ojosa, y ya no habrá muerteb, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolorc, porque las primeras cosas han pasadod.
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