Salmo 78:1–8
Escuchaa, pueblo mío, mi enseñanza1;
inclinad vuestro oído a las palabras de mi bocab.
2 En parábolas abriré mi bocaa;
hablaré proverbios1b de la antigüedad,
y que nuestros padres nos han contadoa.
4 No lo ocultaremos a sus hijosa,
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señorb,
su poder y las maravillasc que hizo.
¶5 Porque Él estableció un testimonio en Jacoba,
y puso una ley en Israelb,
la cual ordenó a nuestros padresc
6 para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacera;
y estos se levantaran y lo contaran a sus hijosb,
7 para que ellos pusieran su confianza en Dios,
y no se olvidaran de las obras de Diosa,
sino que guardaran sus mandamientosb;
8 y no fueran como sus padresa,
una generación porfiada y rebeldeb,
generación que no preparó1 su corazónc,
y cuyo espíritu no fue fiel a Diosd.