Cargando…

Salmo 30:11–12

11 Tú has cambiado mi lamento en danzaa;

has desatado mi cilicio1b y me has ceñido de alegríac;

12 para que mi alma1 te cante alabanzas y no esté calladaa.

Oh Señor, Dios mío, te alabaré2 por siempreb.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos