Psalm 18:title–50
Para el director del coro. Salmo de* David, siervo del Señor, el cual dirigió al Señor las palabras de este cántico el día que el Señor lo libró de la mano** de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo:
Yo te amo, Señor, fortaleza míaa.
2 El Señor es mi roca1a, mi baluarteb y mi libertadorc;
mi Dios, mi roca en quien me refugio;
mi escudod y el cuerno2 de mi salvacióne, mi altura inexpugnablef.
3 Invoco al Señor, que es digno de ser alabadoa,
y soy salvo de mis enemigosb.
¶4 Los lazos de la muerte me cercarona,
y los torrentes de iniquidad1 me atemorizaronb;
5 los lazos del Seol1 me rodearon;
las redes de la muerte surgieron ante mía.
6 En mi angustia invoqué al Señora,
y clamé1 a mi Dios;
desde su templo oyó mi vozb,
y mi clamor delante de Él llegó a sus oídosc.
¶7 Entonces la tierra se estremeció y temblóa;
los cimientos de los montes temblaronb
y fueron sacudidos, porque Él se indignó.
8 Humo subió de su nariz1,
y el fuego de su boca consumíaa;
carbones fueron por él encendidos.
9 También inclinó los cielosa, y descendió
con densas tinieblas debajo de sus piesb.
10 Cabalgó sobre un querubín, y volóa;
y raudo voló sobre las alas del vientob.
11 De las tinieblas hizo su escondederoa, su pabellón a su alrededor;
tinieblas de las aguas, densos nubarronesb.
12 Por el fulgor de su presenciaa se desvanecieron1 sus densas nubes
en granizo y carbones encendidosb.
13 El Señor también tronó en los cielosa,
y el Altísimo dio su voz:
granizo y carbones encendidos.
14 Y envió sus saetasa, y los dispersó,
y muchos relámpagos, y los confundió.
15 Entonces apareció el lecho1 de las aguasa,
y los cimientos del mundo quedaron al descubierto
a tu reprensión, oh Señorb,
al soplo del aliento de tu narizc.
¶16 Extendió la mano desde lo altoa y me tomó;
me sacó de las muchas aguasb.
17 Me libró de mi poderoso enemigoa,
y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yob.
18 Se enfrentaron a mí el día de mi infortunioa,
mas el Señor fue mi sosténb.
19 También me sacó a un lugar espaciosoa;
me rescató, porque se complació en míb.
¶20 El Señor me ha premiado conforme a mi justiciaa;
conforme a la pureza de mis manosb me ha recompensado.
21 Porque he guardado los caminos del Señora,
y no me he apartado impíamente de mi Diosb.
22 Pues todas sus ordenanzas1 estaban delante de mía,
y no alejé de mí sus estatutosb.
23 También fui íntegro1 para con Éla,
y me guardé de mi iniquidadb.
24 Por tanto el Señor me ha recompensado conforme a mi justiciaa,
conforme a la pureza de mis manos delante de sus ojos.
¶25 Con el benigno1 te muestras benigno1a,
con el íntegro2 te muestras íntegro2b.
26 Con el puro eres puroa,
y con el perverso eres sagaz1b.
27 Porque tú salvas al pueblo afligidoa,
pero humillas los ojos altivosb.
28 Tú enciendes mi lámparaa, oh Señor;
mi Dios que alumbra mis tinieblasb.
29 Pues contigo aplastaré ejércitosa,
y con mi Dios escalaré murallasb.
¶30 En cuanto a Dios, su camino es perfecto1a;
acrisolada es la palabra del Señorb;
Él es escudo a todos los que a Él se acogenc.
31 Pues, ¿quién es Dios, fuera del Señora?
¿Y quién es roca, sino solo nuestro Diosb,
32 el Dios que me ciñe de podera,
y ha hecho1 perfecto2 mi caminob?
33 Él hace mis pies como de ciervasa,
y me afirma en mis alturasb.
34 El adiestra mis manos para la batallaa,
y mis brazos para tensar el arco de bronceb.
35 Tú me has dado también el escudo de tu salvacióna;
tu diestra me sostieneb,
y tu benevolencia me engrandecec.
36 Ensanchas mis pasos debajo de mía,
y mis pies1 no han resbaladob.
¶37 Perseguí a mis enemigos y los alcancéa;
y no me volví hasta acabarlosb.
38 Los destrocé y no pudieron levantarsea;
cayeron debajo de mis piesb.
39 Pues tú me has ceñido con fuerza para la batallaa;
has subyugado1 debajo de mí a los que contra mí se levantaronb.
40 También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldasa,
y destruí1 a los que me odiabanb.
41 Clamaron, mas no hubo quién los salvaraa;
aun al Señor clamaron, mas no les respondiób.
42 Entonces los desmenucé como polvo delante del vientoa;
los arrojé1 como lodo de las calles.
¶43 Tú me has librado de las contiendas del puebloa;
me has puesto por cabeza de las nacionesb;
pueblo que yo no conocía me sirvec.
los extranjeros me fingen obediencia1a.
45 Los extranjeros desfallecena,
y salen temblando de sus fortalezas1b.
¶46 El Señor vivea, bendita sea mi rocab,
y ensalzado sea el Dios de mi salvaciónc,
47 el Dios que por mí ejecuta venganzaa,
y subyuga pueblos debajo de míb;
48 el que me libra de mis enemigosa.
Ciertamente tú me exaltas sobre los que se levantan contra míb;
me rescatas del hombre violentoc.
49 Por tanto, te alabaréa, oh Señor, entre las naciones,
y cantaré alabanzas a tu nombreb.
50 Grandes victorias1 da Él a su reya,
y muestra misericordia a su ungidob,