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Proverbs 12:1–14:35

Capitulo 12

Él que ama la instrucción1 ama el conocimiento,

pero el que odia la reprensión es torpe.

2 El bueno alcanzará el favor del Señora,

mas Él condenará al hombre de malos designios.

3 El hombre no se afianzará por medio de la impiedada,

y la raíz de los justos no será removidab.

4 La mujer virtuosa es corona de su maridoa,

mas la que lo avergüenza es como podredumbre en sus huesosb.

5 Los pensamientos de los justos son rectos,

los consejos de los impíos, engañosos.

6 Las palabras de los impíos son asechanzas sangrientasa,

pero a los rectos su boca los libraráb.

7 Los impíos son derribados y ya no existena,

pero la casa de los justos permaneceráb.

8 El hombre será alabado conforme a su discernimiento,

pero el perverso de corazón será despreciado.

9 Más vale el poco estimado que tiene siervo,

que el que se alaba y carece de pan.

10 El justo se preocupa de la vida de su ganadoa,

pero las entrañas de los impíos son crueles.

11 Él que labra su tierra se saciará de pana,

pero el que persigue lo vano carece de entendimiento1.

12 El impío codicia el botín1 de los malosa,

pero la raíz de los justos da frutob.

13 En la transgresión de sus labios se enreda el malvado1,

pero el justo escapará del apuroa.

14 Por el fruto de su boca cada cual se saciará de biena,

y las obras de las manos del hombre volverán a élb.

15 El camino del necio es recto a sus propios ojosa,

mas el que escucha consejos es sabio.

16 El enojo del necioa se conoce al instante,

mas el prudente oculta la deshonra.

17 Él que habla1 verdad declara lo que es justo,

pero el testigo falso, falsedad.

18 Hay quien habla sin tino como golpes de espadaa,

pero la lengua de los sabios sanab.

19 Los labios veraces permanecerán para siempre,

pero la lengua mentirosa, solo por un momentoa.

20 Hay engaño en el corazón de los que traman el mal,

y gozo en los consejeros de paz.

21 Ningún daño sobreviene al justoa,

mas los impíos están llenos de pesares.

22 Los labios mentirosos son abominación al Señora,

pero los que obran fielmente son su deleite.

23 El hombre prudente oculta su conocimiento,

pero el corazón de los necios proclama su necedada.

24 La mano de los diligentes gobernará,

pero la indolencia será sujeta a trabajos forzadosa.

25 La ansiedad en el corazón del hombre lo deprimea,

mas la buena palabrab lo alegra.

26 El justo es guía para su prójimo,

pero el camino de los impíos los extravía.

27 El indolente1 no asa2 su presa,

pero la posesión más preciosa del hombre es la diligenciaa.

28 En la senda de la justicia está la vidaa,

y en su camino no hay muerte.

Capitulo 13

El hijo sabio acepta la disciplina1 de su padrea,

pero el escarnecedor no escucha la reprensiónb.

2 Del fruto de su boca el hombre comerá el biena,

pero el deseo1 de los pérfidos es la violenciab.

3 Él que guarda su boca, preserva su vidaa;

el que mucho abre sus labios, termina en ruina1b.

4 El alma del perezoso desea, pero nada consigue,

mas el alma de los diligentes queda satisfecha.

5 El justo aborrece la falsedada,

mas el impío causa repugnancia y vergüenza1b.

6 La justicia guarda al íntegro en su camino,

mas la maldad trastorna al pecador1a.

7 Hay quien pretende ser rico, y nada tienea;

hay quien pretende ser pobre1, y tiene una gran fortunab.

8 El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas,

pero el pobre no oye amenazas1.

9 La luz de los justos brilla alegremente1a,

pero la lámpara de los impíos se apagab.

10 Por la soberbia solo viene1 la contienda,

mas con los que reciben consejos está la sabiduría.

11 La fortuna obtenida con fraude1 disminuye,

pero el que la recoge con trabajo2 la aumenta.

12 La esperanza que se demora enferma el corazón,

pero el deseo cumplido1 es árbol de vida.

13 Él que desprecia la palabraa pagará1 por ello,

pero el que teme el mandamiento será recompensadob.

14 La enseñanza1 del sabio es fuente de vidaa,

para apartarse de los lazos de la muerteb.

15 El buen entendimiento produce favora,

mas el camino de los pérfidos es duro.

16 Todo hombre prudente obra con conocimiento,

pero el necio ostenta1 necedada.

17 El mensajero perverso cae en la adversidad,

pero el enviado fiel trae sanidada.

18 Pobreza y vergüenza vendrán al que menosprecia la instrucción1,

mas el que acepta la reprensión será honradoa.

19 Deseo cumplido es dulzura para el alma,

pero abominación para los necios es apartarse del mal.

20 Él que anda con sabiosa será sabio,

mas el compañero de los necios sufrirá daño.

21 A los pecadores los persigue el mala,

pero los justos serán recompensadosb con el bien.

22 El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijosa,

pero la riqueza del pecador está reservada para el justob.

23 El barbecho de los pobres tiene mucho de comera,

pero es1 barrido por la injusticia.

24 Él que escatima la vara odia a su hijoa,

mas el que lo ama lo disciplina con diligencia1b.

25 El justo come hasta saciar su almaa,

pero el vientre de los impíos sufre escasezb.

Capitulo 14

La mujer sabia edifica su casaa,

pero la necia con sus manos la derriba.

2 Él que anda en rectituda teme al Señor,

pero el de perversos caminosb le desprecia.

3 En la boca del necio hay una vara para su espalda1,

pero los labios de los sabios los protegerána.

4 Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio,

pero mucho rendimiento se obtiene por la fuerza del buey.

5 El testigo veraza no mentirá,

pero el testigo falsob habla1 mentirasc.

6 El escarnecedor busca sabiduría, y no la halla,

pero para el hombre entendido el conocimiento es fácil.

7 Apártate de la presencia del necioa,

porque en él no discernirás1 palabras2 de conocimiento.

8 La sabiduría del prudente está en entender su camino,

mas la necedad de los necios es engañoa.

9 Los necios se mofan del pecado1,

pero entre los rectos hay buena voluntad2a.

10 El corazón conoce su propia amarguraa,

y un extraño no comparte su alegría.

11 La casa de los impíos será destruidaa,

pero la tienda de los rectos florecerá.

12 Hay camino que al hombre le parece derechoa,

pero al final, es camino de muerteb.

13 Aun en la risa, el corazón puede tener dolor,

y el final de la alegría puede ser tristezaa.

14 El de corazón descarriado se saciará de sus caminosa,

pero el hombre bueno estará satisfecho con el suyo1b.

15 El simple todo lo cree,

pero el prudente mira bien sus pasos.

16 El sabio teme y se aparta del mala,

pero el necio es arrogante y descuidado.

17 El hombre pronto a la ira obra neciamente,

y el hombre de malos designios es aborrecido.

18 Los simples heredan necedad,

mas los prudentes son coronados de conocimiento.

19 Los malos se inclinarán ante los buenosa,

y los impíos, a las puertas del justo.

20 Aun por su vecino es odiado el pobrea,

pero son muchos los que aman al rico.

21 El que desprecia a su prójimo pecaa,

pero es feliz el que se apiada de los pobres1b.

22 ¿No se perderán los que traman el mala?;

pero misericordia y verdad recibirán los que planean el bien.

23 En todo trabajo hay ganancia,

pero el vano hablar1 conduce solo a la pobreza.

24 La corona de los sabios es su riquezaa,

mas la necedad de los necios es insensatez.

25 El testigo veraz salva vidas,

pero el que habla1 mentirasa es traidor2.

26 En el temor1 del Señor hay confianza seguraa,

y a los2 hijos dará refugio.

27 El temor1 del Señor es fuente de vida,

para evadir los lazos de la muerte.

28 En la multitud del pueblo está la gloria del rey,

pero en la falta de pueblo está la ruina del príncipe.

29 El lento para la iraa tiene gran prudencia,

pero el que es irascible1 ensalza la necedad.

30 Un corazón apacible es vida para el cuerpoa,

mas las pasiones son podredumbre de los huesosb.

31 El que oprime al pobre afrenta a su Hacedora,

pero el que se apiada del necesitado le honra.

32 El impío es derribado por su maldad1a,

pero el justo tiene un refugio cuando muereb.

33 En el corazón del prudente reposa la sabiduría,

pero en medio1 de los necios no se da a conocer.

34 La justicia engrandece a la nación,

pero el pecado es afrenta para los pueblos.

35 El favor del rey es para el siervo que obra sabiamentea,

mas su enojo es contra el que obra vergonzosamente.

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