Mateo 5:12–13
12 Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetasa que fueron antes que vosotros.
¶13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípidaa, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Un servicio de Software Bíblico Logos