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Lucas 17:22–37

22 Y dijo a los discípulos: Vendrán díasa cuando ansiaréis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.

23 Y os dirán: «¡Mirad allí! ¡Mirad aquí!». No vayáis, ni corráis tras ellosa.

24 Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo1 del cielo hasta el otro extremo1 del cielo, así será el Hijo del Hombre en su díaa.

25 Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generacióna.

26 aTal como ocurrió en los días de Noéb, así será también en los días del Hijo del Hombre.

27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.

28 Fue lo mismo que1 ocurrió en los días de Lota: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;

29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos.

30 Lo mismo1 acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea reveladoa.

31 En ese día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a llevárselos; y de igual modo, el que esté en el campo no vuelva atrása.

32 Acordaos de la mujer de Lota.

33 Todo el que procure preservar su vida1, la perderá; y todo el que la pierda, la conservaráa.

34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; uno será tomado y el otro será dejado.

35 Estarán dos mujeres moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejadaa.

36 1Dos estarán en el campo; uno será tomado y el otro será dejadoa.

37 Respondiendo ellos, le dijeron*: ¿Dónde, Señor? Y Él les dijo: Donde esté el cuerpo, allí también se juntarán los buitres1a.

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