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Lucas 16:19–26

El rico y Lázaro

19 Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.

20 Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puertaa cubierto de llagas,

21 ansiando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas.

22 Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al senoa de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado.

23 En el Hades1a alzó2 sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno.

24 Y gritando, dijo: «Padre Abrahama, ten misericordia de , y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llamab».

25 Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienesa, y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y estás en agonía.

26 »Y además de1 todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda2 cruzar de allá a nosotros».

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