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Leviticus 19:1–26:46

Capitulo 19

Varias leyes y ordenanzas

Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: «Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santoa.

3 »Cada uno de vosotros ha de reverenciar1 a su madre y a su padrea. Y guardaréis mis días de reposob; yo soy el Señor vuestro Diosc.

4 »No os volváis a los ídolosa, ni hagáis para vosotros dioses de fundiciónb; yo soy el Señor vuestro Dios.

5 »Cuando ofrezcáis sacrificio de ofrendas de paz al Señor, ofrecedlo de tal manera que seáis aceptos.

6 »Será comido el mismo día que lo ofrezcáis y al día siguiente; pero lo que queda hasta el tercer día será quemado en el fuego.

7 »Y si se come algo de él en el tercer día, es una abominación; no será acepto.

8 »Y todo el que lo coma llevará su iniquidad, porque ha profanado lo santo del Señor; y esa persona será cortada de entre su pueblo1.

9 »Cuando siegues1 la mies de tu2 tierra, no segarás hasta los últimos rincones de tu campo, ni espigarás el sobrante de tu miesa.

10 »Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; lo dejarás para el pobre y para el forastero. Yo soy el Señor tu Dios.

11 »No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otrosa.

12 »Y no juraréis en falso por mi nombrea, profanando así el nombre de tu Diosb; yo soy el Señor.

13 »No oprimirás a tu prójimo, ni le robarása. El salario de un jornalero no ha de quedar contigo toda la noche hasta la mañanab.

14 »No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciegoa, sino que tendrás temor de1 tu Dios; yo soy el Señor.

15 »No harás injusticia en el juicioa; no favorecerás al pobre ni complacerás al rico1, sino que con justicia juzgarás a tu prójimo.

16 »No andarás de calumniador entre tu pueblo1a; no harás nada2 contra la vida3 de tu prójimob; yo soy el Señor.

17 »No odiarás a tu compatriota1 en tu corazóna; podrás ciertamente reprender a tu prójimob, pero no incurrirás en pecado a causa de él.

18 »No te vengarása, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblob, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismoc; yo soy el Señor.

19 »Mis estatutos guardaréis. No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semillaa, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material.

20 »Si un hombre se acuesta con una mujer que sea sierva adquirida para otro hombre, pero que no haya sido redimida ni se le haya dado su libertad, habrá castigo; sin embargo no se les dará muerte, porque ella no era librea.

21 »Y él traerá al Señor su ofrenda por la culpa a la entrada de la tienda de reunión; traerá un carnero como ofrenda por la culpaa.

22 “Y el sacerdote hará expiación por él con el carnero de la ofrenda por la culpa, delante del Señor, por el pecado que ha cometido; y el pecado que ha cometido le será perdonado.

23 »Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales1, tendréis por prohibido2 su fruto. Por tres años os será prohibido2; no se comerá.

24 »Pero en el cuarto año todo su fruto os será santo, una ofrenda de alabanza al Señor.

25 »Mas en el quinto año comeréis de su fruto, para que os aumente su rendimiento; yo soy el Señor vuestro Dios.

26 »No comeréis cosa alguna con su1 sangrea, ni seréis adivinos ni agorerosb.

27 »No cortaréis en forma circular los extremos de vuestra cabellera1, ni dañaréis2 los bordes de vuestra2 barbaa.

28 »No haréis sajaduras en vuestro cuerpo1 por un muerto2, ni os haréis tatuajes; yo soy el Señor.

29 »No degradarás1 a tu hija haciendo que se prostituya2a, para que la tierra no se entregue a la prostitución ni3 se llene de corrupción.

30 »Mis días de reposo guardaréisa y tendréis mi santuario en reverenciab; yo soy el Señor.

31 »No os volváis a los médium ni a los espiritistas1a, ni los busquéis para ser contaminados por ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios.

32 »Delante de las canas1 te pondrás en pie; honrarás al anciano2a, y a tu Dios temerás3; yo soy el Señor.

33 »Cuando un extranjero1 resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréisa.

34 »El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido1 entre vosotros, y lo amarás como a ti mismoa, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto; yo soy el Señor vuestro Dios.

35 »No haréis injusticia en los juicios1, ni en las medidas de peso ni de capacidada.

36 »Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa1 justo y un hin2 justoa. Yo soy el Señor vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto.

37 »Así pues, observaréis todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y los cumpliréis1; yo soy el Señor».

Capitulo 20

Penas por actos de inmoralidad

Y el Señor habló a Moisés, diciendo:

2 Dirás también a los hijos de Israel: «Cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros1 que residen en Israel, que dé alguno de sus hijos2 a Moloc, ciertamente se le dará muertea; el pueblo de la tierra lo matará a pedradasb.

3 »Yo pondré mi rostro contra ese hombre y lo cortaré de entre su pueblo, porque ha dado de sus hijos1 a Moloc, contaminando así mi santuarioa y profanando mi santo nombreb.

4 »Pero si el pueblo de la tierra cierra sus ojos con respecto a1 ese hombre, cuando él ofrezca alguno de sus hijos2 a Moloc, para no darle muerte,

5 entonces yo mismo pondré mi rostro contra ese hombre y contra su familia; y lo cortaré de entre su pueblo, a él y a todos los que con él se prostituyan, fornicando en pos de Moloc.

6 »En cuanto a la persona que se va a los médium o a los espiritistas1a, para prostituirse en pos de ellos, también pondré mi rostro contra esa persona y la cortaré de entre su pueblo.

7 »Santificaos, pues, y sed santosa, porque yo soy el Señor vuestro Dios.

8 »Guardad mis estatutos y cumplidlos. Yo soy el Señor que os santificoa.

9 »Todo aquel que maldiga a su padre o a su madre, ciertamente se le dará muertea; ha maldecido a su padre o a su madre, su culpa de sangre sea sobre él.

10 »Si un hombre comete adulterio con la mujer de otro hombre, (que cometa adulterio con la mujer de su prójimoa), el adúltero y la adúltera ciertamente han de morir.

11 »Si alguno se acuesta con la mujer de su padre, ha descubierto la desnudez de su padrea; ciertamente han de morir los dos; su culpa de sangre sea sobre ellos.

12 »Si alguno se acuesta con su nueraa, ciertamente han de morir los dos, han cometido grave perversión1; su culpa de sangre sea sobre ellos.

13 »Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujera, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.

14 »Si alguno toma a una mujer y a la madre de ella1a, es una inmoralidad; él y ellas serán quemados para que no haya inmoralidad entre vosotros.

15 »Si alguno se ayunta con un animala, ciertamente se le dará muerte; también mataréis al animal.

16 »Si alguna mujer se llega a un animal para ayuntarse con él, matarás a la mujer y al animal; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.

17 »Si alguno toma a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo la desnudez de ella, y ella ve la desnudez de él, es cosa abominable; serán exterminados1 a la vista de los hijos de su pueblo. Él ha descubierto la desnudez de su hermanaa, lleva su culpa.

18 »Si alguno se acuesta con mujer menstruosa1 y descubre su desnudeza, ha descubierto su flujo, y ella ha puesto al descubierto el flujo de su sangre; por tanto, ambos serán cortados de entre su pueblo.

19 »No descubrirás tampoco la desnudez de la hermana de tu madre, ni la de la hermana de tu padre, porque el que lo haga ha desnudado a su pariente carnal1a, ellos llevarán su culpa.

20 »Si alguno se acuesta con la mujer de su tío, ha descubierto la desnudez de su tíoa; ellos llevarán su pecado. Sin hijos morirán.

21 »Si alguno toma a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible1; ha descubierto la desnudez de su hermanoa. Serán sin hijos.

22 »Guardad, por tanto, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y cumplidlos, a fin de que no os vomite la tierra a la cual os llevo para morar en ellaa.

23 »Además, no andéis en las costumbres de la nación que yo echaré de delante de vosotrosa; porque ellos hicieron todas estas cosas, yo los aborrecíb.

24 »Por eso os he dicho: “Vosotros poseeréis su tierra, y yo mismo os la daré para que la poseáis, una tierra que mana leche y miela”. Yo soy el Señor vuestro Dios, que os he apartado de los pueblosb.

25 »Vosotros haréis una distinción entre el animal limpio y el inmundo, entre el ave limpia y la inmunda; no hagáis, pues, vuestras almas abominables por causa de animal o de ave o de cosa alguna que se arrastra sobre la tierra1, los cuales yo he apartado de2 vosotros por inmundosa.

26 »Me seréis, pues, santos, porque yo, el Señor, soy santo, y os he apartado de los pueblosa para que seáis míos.

27 »Si hay médium o espiritista entre ellosa, hombre o mujer, ciertamente han de morir; serán apedreados; su culpa de sangre sea sobre ellos».

Capitulo 21

Leyes para el sacerdocio

El Señor dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes, los hijos de Aarón, y diles: «Ninguno se contamine con persona muerta entre su pueblo1a,

2 salvo por sus parientes más cercanos, su madre, su padre, su hijo, su hija o su hermanoa,

3 o por su hermana virgen, que está cerca de él, por no haber tenido marido; por ella puede contaminarse.

4 »No se contaminará como pariente por matrimonio1 entre su pueblo, pues se profanaría.

5 »No se harán tonsura en la cabezaa, ni se rasurarán los bordes de la barbab, ni se harán sajaduras en su carnec.

6 »Serán santos a su Dios y no profanarán el nombre de su Diosa, porque presentarán las ofrendas encendidas al1 Señorb, el alimento de su Dios; por tanto, serán santos.

7 »No tomarán mujer que haya sido profanada como ramera1, ni tomarán mujer divorciada de su maridoa; porque el sacerdote2 es santo a su Dios.

8 »Lo consagrarás, pues, porque él ofrece el alimento de tu Diosa; será santo para ti; porque yo, el Señor que os santifico, soy santo.

9 »Y la hija de un sacerdote, si se profana como ramera1, a su …

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