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Isaiah 42:1–43:28

Capitulo 42

Promesa de Dios a su Siervo

He aquí mi Siervoa, a quien yo sostengo,

mi escogidob, en quien mi alma se complacec.

He puesto mi Espíritu sobre Éld;

Él traerá justicia a las naciones1e.

2 No clamará ni alzará su voz,

ni hará oír su voz en la calle.

3 No quebrará la caña cascada,

ni apagará el pabilo mortecino;

con fidelidad traerá justicia1a.

4 No se desanimará ni desfalleceráa

hasta que haya establecido en la tierra la justicia1,

y su ley2 esperarán las costas3b.

¶5 Así dice Dios el Señor,

que crea los cielos y los extiendea,

que afirma1 la tierrab y lo que de ella brota2c,

que da aliento al pueblo que hay en ellad,

y espíritu a los que por ella andan:

6 Yo soy el Señor, en justicia te he llamadoa;

te sostendré por la manob y por ti velaréc,

y te pondré como pacto para el pueblod,

como luz para las nacionese,

7 para que abras los ojos a los ciegosa,

para que saques de la cárcel a los presosb,

y de la prisión a los que moran en tinieblas.

8 Yo soy el Señora, ese es mi nombreb;

mi gloria a otro no daréc,

ni mi alabanza a imágenes talladas1d.

9 He aquí, las cosas anteriores se han cumplidoa,

y yo anuncio cosas nuevasb;

antes que sucedan1, os las anuncio.

Canto triunfal

10 Cantad al Señor un cántico nuevoa,

cantad su alabanza desde los confines de la tierrab,

los que descendéis al marc y cuanto hay en éld,

las islas1e y sus moradores.

11 Levanten la voz el desiertoa y sus ciudades,

las aldeas donde habita Cedarb.

Canten de júbilo los habitantes de Selac,

desde las cimas de los montes griten de alegríad.

12 Den gloria al Señora,

y proclamen en las costas1b su alabanza.

13 El Señor como guerrero saldráa,

como hombre de guerra despertará su celob;

gritará, sí, lanzará un grito de guerra,

contra sus enemigos prevalecerác.

¶14 Por mucho tiempo he guardado silencioa,

he estado callado y me he contenido.

Pero ahora grito como mujer de parto,

resuello y jadeo a la vez.

15 Asolaré montes y colladosa,

y secaré toda su vegetación;

convertiré los ríos en islas1b,

y las lagunas secaré.

16 Conduciré a los ciegos por un camino que no conocen,

por sendas que no conocen los guiaréa;

cambiaré delante de ellos las tinieblas en luzb

y lo escabroso en llanurac.

Estas cosas haré,

y no las dejaré sin hacerd.

17 Serán vueltos atrás y completamente avergonzados,

los que confían en ídolos1a,

los que dicen a las imágenes fundidas:

Vosotros sois nuestros dioses.

¶18 Sordos, oíd;

ciegos, mirad y veda.

19 ¿Quién es ciego sino mi siervoa,

tan sordo como el mensajerob a quien envío?

¿Quién es tan ciego como el que está en paz1c conmigo,

tan ciego como el siervo del Señor?

20 Tú has visto muchas cosas, pero no las observas;

los oídos están abiertos, pero nadie oyea.

21 El Señor se complació por causa de su justicia

en hacer la ley grande y gloriosaa.

22 Mas este es un pueblo saqueado y despojado,

todos atrapados en cuevas1a,

o escondidos en prisionesb;

se han convertido en presa sin que nadie los libre

y en despojo sin que nadie diga: Devuélvelos.

¶23 ¿Quién de vosotros prestará oído a esto?

¿Quién pondrá atención y escuchará en el futuro?

24 ¿Quién entregó a Jacob al despojo,

y a Israel a los saqueadores?

¿No fue el Señor, contra quien pecamos?

En sus caminos no quisieron andara,

ni obedecieron su leyb.

25 Por eso derramó sobre él el ardor de su ira

y la violencia de la batalla;

le prendió fuego por todos ladosa,

pero él no se dio cuenta;

lo consumió, pero él no hizo caso1b.

Capitulo 43

Dios, único libertador de Israel

Mas ahora, así dice el Señor tu Creadora, oh Jacob,

y el que te formób, oh Israel:

No temasc, porque yo te he redimidod,

te he llamado por tu nombree; mío eres túf.

2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigoa,

y si por los ríos, no te anegaránb;

cuando pases por el fuego, no te quemarás,

ni la llama te abrasará1c.

3 Porque yo soy el Señor tu Diosa,

el Santo de Israel, tu Salvadorb;

he dado a Egipto por tu rescate,

a Cus1c y a Seba en lugar tuyo.

4 Ya que eres precioso a mis ojosa,

digno de honrab, y yo te amoc,

daré a otros hombres en lugar tuyo,

y a otros pueblos por tu vida.

5 No temas, porque yo estoy contigoa;

del oriente traeré tu descendencia1b,

y del occidente te reuniréc.

6 Diré al norte: «Entrégalos;»

y al sura: «No los retengas».

Trae a mis hijos desde lejos,

y a mis hijasb desde los confines de la tierrac,

7 a todo el que es llamado por mi nombrea

y a quien he creado para mi gloriab,

a quien he formado y1 a quien he hechoc.

¶8 Sacad1 al pueblo ciego, aunque tiene ojos,

y a los sordos, aunque tienen oídosa.

9 Todas las naciones a una se han reunido

y se han congregado los pueblosa.

¿Quién de ellos declarará esto

y nos proclamará las cosas anterioresb?

Que presenten sus testigosc y que se justifiquen,

que oigan y digan: Es verdadd.

10 Vosotros sois mis testigosa—declara el Señor

y mi siervo a quien he escogidob,

para que me conozcáis y creáis en mí,

y entendáis que yo soyc.

Antes de mí no fue formado otro dios,

ni después de mí lo habrád.

11 Yo, yo soy el Señor,

y fuera de mí no hay salvadora.

12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado,

y no hay entre vosotros dios extrañoa;

vosotros, pues, sois mis testigos—declara el Señor

y yo soy Dios.

13 Aun desde la eternidad1a, yo soyb,

y no hay quien libre de mi manoc;

yo actúo, ¿y quién lo revocarád?

¶14 Así dice el Señor vuestro Redentor, el Santo de Israela:

Por vuestra causa envié a Babilonia

e hice descender como fugitivos a todos ellos,

1es decir, a los caldeosb, en las naves de las cuales se gloriaban2c.

15 Yo soy el Señor, vuestro Santo,

el Creador de Israela, vuestro Reyb.

16 Así dice el Señor,

que abre camino en el mar

y sendero en las aguas impetuosasa;

17 el que hace salir carro y caballoa,

ejército y fuerza

(a una se echarán y no se levantarán,

como pabilo han sido apagados y extinguidos)b:

18 No recordéis las cosas anteriores

ni consideréis las cosas del pasadoa.

19 He aquí, hago algo nuevoa,

ahora acontece;

¿no lo percibís?

Aun en los desiertos haré camino

y ríos en el yermob.

20 Me glorificarán las bestias del campo,

los chacalesa y los avestruces,

porque he puesto aguas en los desiertos

y ríos en el yermob,

para dar de beber a mi pueblo escogido.

21 El pueblo que yo he formado para mía

proclamará mi alabanzab.

¶22 Pero no me has invocado, Jacob,

sino que te has cansado de mía, Israel.

23 No me has traído las ovejas de tus holocaustosa,

ni me has honrado con tus sacrificiosb.

No te he abrumado exigiendo1 ofrendas2c,

ni te he cansado exigiendo1 inciensod.

24 No me has comprado con dinero caña aromática1a,

ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;

por el contrario me has abrumado con tus pecados,

y me has cansado con tus iniquidadesb.

¶25 Yo, yo soy el que borro tus transgresionesa por amor a mí mismob,

y no recordaré tus pecadosc.

26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro casoa;

habla tú para justificarteb.

27 Tu primer padrea pecó,

y tus voceros1 prevaricaron2 contra míb.

28 Por tanto, profanaré1 a los príncipes del santuario2,

y entregaré a Jacob al anatemaa y a Israel al oprobiob.

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