Hechos de los Apóstoles 28:3–6
3 Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.
4 Y los habitantes1a, al ver el animal colgando de su mano, decían entre sí: Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, Justicia2 no le ha concedido vivirb.
5 Pablo, sin embargo, sacudiendo la mano, arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún dañoa.
6 Y ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que era un diosa.