Exodus 4:24–26
¶24 Y aconteció que en una posada en el camino, el Señor le salió al encuentro y quiso matarloa.
25 Entonces Séfora tomó un pedernal, cortó el prepucio de su hijoa y lo echó a los pies de Moisés1, y dijo: Tú eres, ciertamente, un esposo de sangre para mí.
26 Y Dios lo dejó1. Ella había dicho entonces: Eres esposo de sangre, a causa de2 la circuncisión.
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