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Colossians 1:1–2:23

Capitulo 1

Saludo

Pabloa, apóstol de Jesucristo por1 la voluntad de Diosb, y el hermano Timoteoc,

2 a los santos y fieles hermanos en Cristoa que están en Colosas: Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padreb.

Gratitud de Pablo por los colosenses

3 Damos gracias a Diosa, el Padre de nuestro Señor Jesucristob, orando siempre por vosotros,

4 al oír de vuestra fe en Cristo Jesús y del amora que tenéis por1 todos los santosb,

5 a causa de la esperanzaa reservada para vosotros en los cielosb, de la cual oísteis antes en la palabra de verdad, el1 evangelioc,

6 que ha llegado hasta vosotros; así como en todo el mundoa está dando fruto constantementeb y creciendo1, así lo ha estado haciendo también en vosotros, desde el día que oísteis y comprendisteis la gracia de Dios en verdad2c;

7 tal como lo aprendisteis de Epafrasa, nuestro amado consiervob, quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra1,

8 el cual también nos informó acerca de vuestro amor en el Espíritua.

Pablo ora por los colosenses

9 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos1a, no hemos cesado de orar por vosotrosb y de rogar que seáis llenos del conocimiento2 de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritualc,

10 para que andéis como es digno del Señora, agradándole en todob, dando frutoc en toda buena obra y creciendo en1 el conocimiento2 de Dios;

11 fortalecidosa con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener1 toda perseverancia y paciencia, con gozob

12 dando gracias al Padrea que nos ha capacitado para compartir1 la herenciab de los santos en luzc.

La persona y la obra de Jesucristo

13 Porque Él nos libró del dominio1 de las tinieblasa y nos trasladó al reino de su Hijo amado2b,

14 en quien tenemos redención: el perdón de los pecadosa.

15 Él es la imagen del Dios invisiblea, el primogénito1 de toda creaciónb.

16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierraa, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridadesb; todo ha sido creado por medio de Él y para Élc.

17 Y Él es antes de1 todas las cosasa, y en Él todas las cosas permanecen2.

18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesiaa; y Él es el principiob, el primogénito1 de entre los muertosc, a fin de que Él tenga en todo la primacía.

19 Porque agradó al Padrea que en Él habitara toda la plenitud1b,

20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigoa, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Élb, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielosc.

21 Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil1a, ocupados en malas obras,

22 sin embargo, ahora Él os ha reconciliadoa en su cuerpo de carneb, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensiblesc delante de Él,

23 si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantesa, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oídob, que fue proclamado a toda la creación debajo del cieloc, y del cual yo, Pablo, fui hecho1 ministro2d.

Cristo en vosotros, la esperanza de gloria

24 Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotrosa, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por su cuerpob, que es la iglesia,

25 de la cual fui hecho ministroa conforme a la administración1 de Dios que me fue dada para beneficio vuestrob, a fin de llevar a cabo la predicación de la2 palabra de Dios,

26 es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones pasadas, pero que ahora ha sido manifestado a sus santosa,

27 a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloriaa de este misteriob entre los gentiles, que es Cristo en vosotrosc, la esperanzad de la gloria.

28 A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombresa con1 toda sabiduríab, a fin de poder presentar a todo hombrec perfecto en Cristod.

29 Y con este fin también trabajo, esforzándomea según su poder1 que obra poderosamente2 en míb.

Capitulo 2

Preocupación de Pablo por los colosenses

Porque quiero que sepáis qué gran luchaa tengo por vosotros y por los que están en Laodiceab, y por todos los que no me han visto en persona1,

2 para que sean alentados sus corazonesa, y unidosb en amor, alcancen todas las riquezasc que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios1d, es decir, de Cristoe,

3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimientoa.

4 Esto lo digoa para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos1b.

5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo1, sin embargo estoy con vosotros en espíritua, regocijándome al ver2 vuestra buena disciplina3b y la estabilidad4 de vuestra fec en Cristo.

6 Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesúsa el Señor, así andad1 en Élb;

7 firmemente arraigadosa y edificados en Élb y confirmados en1 vuestra fec, tal como fuisteis instruidosd, rebosando de2 gratitud3.

Jesucristo: Dios, salvador y vencedor

8 Mirad que nadie os haga cautivosa por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombresb, conforme a los principios1 elementales del mundoc y no según Cristo.

9 Porque toda la plenitud de la Deidad residea corporalmente en Él,

10 y habéis sido hechos completos1 en Éla, que es la cabeza sobre2 todo poder y autoridadb;

11 en Él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manosa, al quitar el cuerpo de la carneb mediante la circuncisión de Cristo;

12 habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con Éla por la fe en la acción del poder de Dios, que le resucitó de entre los muertosb.

13 Y cuando estabais muertos en1 vuestros delitosa y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, habiéndonos2 perdonado todos los delitosb,

14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotrosa y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruzb.

15 Y habiendo despojadoa a1 los poderes y autoridadesb, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él2.

Advertencias contra mandamientos de hombres

16 Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez1 con respecto a comida o bebidaa, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposob;

17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venira, pero el cuerpo1 pertenece a Cristo2.

18 Nadie os defraude de vuestro premio1a deleitándose en la humillación de sí mismo2b y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, hinchado sin causac por su mente carnald,

19 pero no asiéndose a la Cabezaa, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos1, crece con un crecimientob que es de Dios.

20 Si habéis muerto con Cristo a los principios1 elementales del mundoa, ¿por qué, como si aún vivierais en el mundob, os sometéis a preceptos talesc como:

21 no manipules1, ni gustes, ni toques

22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso1a), según los preceptos y enseñanzas de los hombresb?

23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana1, en la humillación de sí mismo2a y en el trato severo del cuerpob, pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carnec.

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