Cargando…

2 Tesalonicenses 2:1–10

La venida del Señor y el hombre de pecado

Pero con respecto a la venida1a de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Élb, os rogamos, hermanosc,

2 que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar1, ni os alarméis, ni por espíritua, ni por palabrab, ni por cartac como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día del Señord ha llegadoe.

3 Que nadie os engañe en ninguna maneraa, porque no vendrá sin que primero venga la apostasíab y sea revelado el hombre de pecado1c, el hijo de perdiciónd,

4 el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de cultoa, de manera que se sienta en el templo de Dios1, presentándose como si fuera Diosb.

5 ¿No os acordáis de que cuando yo estaba todavía con vosotrosa os decía esto?

6 Y vosotros sabéis lo que lo detiene por ahoraa, para ser revelado a su debido tiempo.

7 Porque el misterio de la iniquidad1a ya está en acción, solo que aquelb que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio.

8 Y entonces será revelado ese inicuo1a, a quien el Señor matará con el espíritu2 de su bocab, y destruirá con el resplandor3 de su venida4c;

inicuo cuya venida1 es conforme a la actividad2 de Satanása, con todo poder y señales3b y prodigios mentirosos4,

10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierdena, porque no recibieron el amor de la verdadb para ser salvos.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos