1 Corinthians 15:43–53
43 se siembra en deshonra, se resucita en gloriaa; se siembra en debilidad, se resucita en poder;
44 se siembra un cuerpo naturala, se resucita un cuerpo espiritualb. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
45 Así también está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho alma vivientea. El último Adánb, espíritu que da vidac.
46 Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
47 El primer hombre es de la tierraa, terrenal1b; el segundo hombre es del cielo.
48 Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestialesa.
49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenala, traeremos1 también la imagen del celestialb.
La victoria final sobre la muerte
¶50 Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangrea no pueden heredar el reino de Diosb; ni lo que se corrompe1 hereda lo incorruptible2c.
51 He aquí, os digo un misterioa: no todos dormiremos1, pero todos seremos transformadosb
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonaráa y los muertos resucitaránb incorruptibles, y nosotros seremos transformadosc.
53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidada.