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1 Corintios 1:21–31

21 Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Diosa por medio de su propia sabiduría, agradó a Diosb, mediante la necedadc de la predicación, salvar a los que creend.

22 Porque en verdad los judíos piden señales1a y los griegos buscan sabiduría;

23 pero nosotros predicamos a Cristo1 crucificadoa, piedra de tropiezo para los judíosb, y necedadc para los gentiles;

24 mas para los llamadosa, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Diosb y sabiduría de Diosc.

25 Porque la necedad de Diosa es más sabia que los hombres, y la debilidad de Diosb es más fuerte que los hombres.

Cristo, sabiduría de Dios

26 Pues considerad1, hermanos, vuestro llamamientoa; no hubo muchos sabios conforme a la carne2b, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

27 sino que Dios ha escogidoa lo necio del mundob, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte;

28 y lo vil y despreciado del mundoa ha escogido Dios; lo que no esb, para anular lo que esc;

29 para que nadie1 se jactea delante de Dios.

30 Mas por obra suya1 estáis vosotros en Cristo Jesúsa, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Diosb, y justificaciónc, y santificaciónd, y redencióne,

31 para que, tal como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señora.

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